• Los pequeños pueblecitos de alrededor, ideales para desconectar y visitar los castillos
  • El fin de semana del 15 de octubre se celebra el tradicional espectáculo de los fuegos artificiales
cardiff vistas

Cardiff es una de las mejores ciudades para vivir. De hecho, lo dice Eurostat. La oficina de Estadística considera que la capital de Gales es la tercera mejor urbe europea para echar raices. Durante el fin de semana del 15 de octubre, se celebra la fiesta de la Explosión de los Castillos. Todos los monumentos medievales celebran con fuegos artificiales un fin de semana de ensueño.

Aprovechando la fiesta de la Hispanidad, muchos españoles disfrutan de las últimas escapadas que ofrecen el calendario. Cardiff, y los pueblecitos de alrededor, brindan la oportunidad perfecta para disfrutar de la naturaleza. Skyscanner ofrece vuelos, con salida en el aeropuerto de Madrid-Barajas con salida el jueves 12 de octubre por 540 euros y llegada el domingo. Al no contar con vuelos directos, el coste se encarece. Otra opción recomendable es aterrizar en Bristol (Inglaterra) y coger transporte público hasta la capital ya que hay trenes que cruzan el trayecto en menos de 50 minutos. Por eso, ofrecemos la ruta desde Bristol.

Esta pequeña ciudad puente entre Inglaterra y Gales tiene un gran encanto debido a su puerto. En él, se pueden disfrutar las grandes lonjas y los pequeños comercios que se arremolinan en torno al muelle de la ciudad. De Bristol, también merece la pena visitar la Catedral ya que está a poco menos de cinco minutos caminando. Antes de comer, y tras haber visitado el templo religioso por dentro, merece pasearse por el Puente Suspendido, una de las zonas más bonitas de la ciudad, puesto que une las dos partes de la localidad. A más de 50 metros de altura los barcos pasan por debajo de ti en los más de 300 metros de pasarela.

Tras haber repuesto fuerzas, conviene recorrer las calles de Bristol hasta llegar hasta Queen Square. Las terrazas con cafeterías son recomendables para tomarse un buen expresso. De la plaza salen muchas calles artesanales, idóneas para comprar cualquier tipo de regalo de recuerdo. Una vez disfrutado de casi un día de Bristol, zarpamos a Gales para disfrutar de su encanto. Los hoteles, según el metabuscador SkyScanner, cuestan alrededor de 45 euros por persona. La otra opción es airbnb, donde los apartamentos rondan los 38 euros.

FUEGOS ARTIFICIALES

Una vez instalados en Cardiff lo mejor es hacerse con la Cardiff Sightseeing Card. Con esta tarjeta se puede disfrutar de descuentos de hasta un 60% en tiendas, restaurantes o museos. La tarjeta puede comprarse en el Centro de Información Turística del Wales Millennium Centre y cuesta cuatro libras, un precio bastante bajo para lo que uno se puede ahorrar.

La visita de Cardiff comienza en el llamado Centro del Milenio, en el que conviven muchos de los pequeños castillos esparcidos por la ciudad, así como rutas medievales y teatros al aire libre. Exhibiciones de orquestas o bailarines se suceden en este mítico barrio. En el fin de semana programado, se celebra la Explosión de los Castillos. Por la noche, espectáculos de fuegos artificiales al lado de los principales castillos de Cardiff se suceden durante viernes, sábado y domingo.

Antes de ir a comer y haber dejado la zona del Milenio, la siguiente actividad es subirse a una lancha y contemplar la bahía y conocer el canal de Bristol. Con la tarjeta de descuentos, el viaje cuesta unas 8 libras. Cerca de esa zona hay varias hamburgueserías para comer, como The Gull and Leek.

Después de haber probado la mejor carne 100% de vacuno, digerir la hamburguesa se hace mejor de compras. En el centro de la ciudad hay varios centros comerciales que siguen en pie desde hace más de 200 años, en los que antes se vendían objetos artesanos. Ahora la globalización lo ha cambiado todo aunque Hobos sigue teniendo ese encanto ‘vintage’. Antes de cerrar el viernes lo ideal es pasearse por Cardiff Bay, la zona más moderna de la capital que se construyó en 1987 para reactivar el centro histórico. Es llamativo encontrarse con construcciones de lo más innovadoras a escasos metros de la milenaria piedra galesa.

CONOCIENDO LAS PEQUEÑAS CIUDADES

Tras pasar la primera noche en la capital de Gales, es hora de conocer sus paisajes. Alquilar un coche no es demasiado caro (50 euros el día), pero también hay cientos de autobuses que lleva a los lugares más bucólicos. Una de las opciones es pasear por la muralla de Conwy, desde donde se puede apreciar una de las fortalezas más bonitas de Gales. Además, su pequeño pueblo pesquero tiene un encanto sin igual y tiene la curiosidad de tener la casa más pequeña de Reino Unido.

Otra de las alternativas es pasar el día en Beaumaris, un perfecto lugar para desconectar. La playa del pueblo es una maravilla. El paseo marítimo ofrece buenos restaurantes y además posee innumerables bares y terrazas donde tomar el sol (es una de las ciudades con mejor tiempo de Reino Unido). De él se dice que inspiró a C.S. Lewis para crear el mundo mágico de Alicia en el País de las Maravillas. Por eso, sus calles tienen algunas estatuas de los personajes del cuento.

De vuelta, toca activarse en los mejores pubs de Cardiff. La capital posee de una variada y buena vida nocturna. Los diferentes establecimientos permiten disfrutar de varias temáticas y los estudiantes y visitantes más ‘fiesteros. La vida nocturna se concentra en el centro de la ciudad y en la Bahía de Cardiff. Como consejos, dos: The Old Arcade, lleno de recuerdos de la historia del rugby del país y Zync, un bar-discoteca ubicado en Mary Street con un buen ambiente para bailar y escuchar grupos en vivos.

El último día, antes de volver a Bristol (17:30) para coger el vuelo de vuelta a Madrid, nada mejor que visitar los parques. Británicos, domingos y zonas verdes van de la mano. Por eso, estos dos espacios de césped y árboles se llenan de niños y padres jugando al fútbol o paseando en bicicleta. También hay espacio para los famosos picnics. Cardiff está plagado de parques, pero destacan dos: Victoria Park y Bule Park.

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