En febrero comenzará a hacerse realidad el cierre de oficinas del Banco Santander, que planea echar la persiana a más de 1.000 sucursales, según se incluye en el plan de reestructuración planteado por la entidad a los sindicatos, firmado el pasado 15 de diciembre y que conlleva un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
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Según han publicado varios medios, el banco presidido por Ana Botín tiene previsto aplicar el ERE a unos 3.600 empleados, la reubicación de 1.500 de los trabajadores y reducir su red hasta quedarse en unas 2.000 oficinas.
Hay que recordar que el acuerdo supone la reducción del perímetro de afectación de la cifra de extinciones inicialmente propuesta por la empresa, según informaron fuentes sindicales tras la séptima reunión de la mesa del ERE. Un total de 1.500 personas no verán extinguidos sus puestos de trabajo, y en lugar de eso 400 podrán ser recolocadas dentro del banco en Santander Personal y 1.100 en empresas del grupo.
En cuanto al cierre de algo más de 1.000 oficinas previsto, la entidad estima que las últimas sucursales se cierren el 18 de julio de 2021 y se abrirán hasta 18 centros por el territorio nacional para externalizar a parte de la plantilla.
