La quiebra de Thomas Cook ha impulsado las expectativas de sus rivales que ven más despejado el saturado mercado británico. Las aerolíneas de bajo coste como Ryanair esperan captar una parte del negocio del turoperador, que operaba una flota de 105 aeronaves. Su presidente, Michael O’Leary, ha dejado bien claro este jueves que no está interesado en hacerse cargo de ninguna de las aerolíneas que conformaban la empresa ya liquidada.
"Ryanair no tiene interés en comprar otra aerolínea", dijo O’Leary en una conferencia de prensa en Viena. No obstante, la low cost sí que estaría interesada en pujar por alguno de los espacios de despegue y aterrizaje de Thomas Cook en los aeropuertos británicos, los conocidos en el sector como 'slots'.
Estas palabras han sentado como un jarro de agua fría en las aerolíneas regionales independientes, la alemana Condor y el grupo Nordic Ving, Ambas filiales de Thomas Cook han confirmado que buscan nuevos propietarios para mitigar el impacto de la quiebra del mayor turoperador británico.
De hecho, Condor, perteneciente al grupo Thomas Cook pero con base en Alemania, recibió este miércoles una inyección de 380 millones de euros de financiación de emergencia por parte del Gobierno alemán, en un intento por mantener las operaciones de la empresa pese a la quiebra de la matriz. El crédito será válido por seis meses, según la empresa, si bien la ayuda pública debe ser aprobada por la UE.
