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La compañía británica Royal Mail ha caído cerca de un 5% este jueves tras reconocer que podría no cumplir con sus objetivos para reorganizar la empresa en el plazo previsto ya que se enfrenta a la amenaza de una nueva huelga en medio de las persistentes tensiones con sus trabajadores.
Con motivo de la publicación de sus resultados del tercer trimestre fiscal este jueves, el operador postal británico dijo que no tiene previsto retrasar los planes para impulsar los cambios en la organización a pesar del calendario de acción industrial anunciado por el sindicato de trabajadores.
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No obstante, Royal Mail advirtió de que, a menos que haga "progresos significativos" con su revisión el próximo año, su capacidad de cumplir con los objetivos de su plan de cambios a tres años se verá "comprometida".
"Estamos decepcionados con el hecho de que el sindicato de trabajadores haya publicado un calendario de acción industrial", dijo Rico Back, consejero delegado de Royal Mail. "Estamos dispuestos a invertir 1.800 millones de libras para modernizarnos y crecer en Reino Unido", añadió.
El último enfrentamiento laboral que enfrenta Royal Mail se produce en un momento de descenso continuo en el reparto de cartas. La compañía está afrontando una fuerte reestruturación para actualizarse y competir en el ámbito de la paquetería.
El grupo dijo que el año que viene será "difícil" y advirtió de que las tensiones con los trabajadores y los consiguientes retrasos en su plan de transformación, junto con la continua incertidumbre económica, aumentaban la probabilidad de que su negocio postal sea deficitario el próximo año.
"Si quiere adaptarse al mundo cambiante, es vital para Royal Mail mejorar la eficiencia a través de la automatización. Lamentablemente, el cambio necesario está resultando difícil. Para empeorar las cosas, la amenaza de una huelga llevó a los clientes a buscar otros proveedores para sus entregas navideñas", explica Nicholas Hyett, analista de Hargreaves Lansdown.
Los ingresos del grupo aumentaron un 3,7% en los nueve meses que finalizaron en diciembre, y el crecimiento de las entregas de paquetes compensó la disminución de las cartas.
Royal Mail confirmó los objetivos de beneficios operativos ajustados para todo el año de 300 a 340 millones de libras.
