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Philip Hammond, ministro de Economía de Reino Unido

Reino Unido pone en el punto de mira a los grandes gigantes de la tecnología. El ministro de Economía británico, Philip Hammond, ha anunciado que el país impondrá a partir de 2020 un impuesto a los servicios digitales, con el que esperan recaudar 400 millones de libras al año.

Así lo ha revelado Hammond durante su discurso sobre el Presupuesto de Otoño del Gobierno. Sobre el impuesto, ha aclarado que solo afectará a las grandes compañías de Internet y no a los consumidores o a las startups del sector. En concreto, irá dirigido a compañías que ya son rentables y que obtengan, al menos, unos ingresos anuales de 500 millones de libras. Precisamente este punto es uno de las mayores controversias que presentará este impuesto, pues gravará en función de los ingresos y no de los beneficios, lo que podría provocar que las tecnológicas perdieran interés por proporcionar sus servicios en el país, según alertan expertos en impuestos recogidos por Bloomberg.

Además, Hammond ha explicado que su intención es que sea una "medida temporal", según informa Bloomberg. El ministro de Economía también ha afirmado que, a pesar de que este impuesto no salga adelante en el resto de Europa, Reino Unido "iría solo".

El impuesto a los servicios digitales en la Unión Europea está pendiente de ser aprobado unánimamente por todos los países del bloque; sin embargo, algunos miembros, como República Checa, se niegan a su implantación, argumentando que el coste de recaudación sería mayor que la cantidad de ingresos que reportaría.

No es la primera vez que Reino Unido plantea un impuesto sobre los servicios digitales. Ya lo hizo por primera vez en un informe sobre impuestos a la economía digital publicado en noviembre de 2017. A partir de ahí, la Unión Europea planteó su propia versión de la tasa y la enfocó hacia las empresas digitales con ingresos totales mundiales de 750 millones de euros e ingresos en la Unión Europea de al menos 50 millones de euros.

LA TASA GOOGLE EN ESPAÑA

Reino Unido se suma a España y ha decidido no esperar a implantar la llamada 'tasa Google' hasta tener un veredicto en todo el bloque comunitario. El Gobierno de Pedro Sánchez aprobó el pasado 19 de octubre el anteproyecto de ley sobre el impuesto digital, entre otras medidas, lo que ha levantado ampollas entre el sector de la tecnología en el país.

La medida del Gobierno de Sánchez implica gravar con un 3% ciertas actividades digitales como la publicidad online, la intermediación en línea y la venta de datos a las empresas que tengan una cifra de negocios superior a los 750 millones de euros a nivel mundial y unos ingresos de más de 3 millones en España. El Gobierno espera obtener 1.200 millones de euros con este impuesto.

"Nos preocupan algunas incitativas legislativas como el recientemente presentado anteproyecto de ley del impuesto a determinados servicios digitales, que implica la actuación unilateral de España sin esperar al consenso entre países a nivel OCDE o, al menos, a nivel europeo", criticaba la directora de Políticas Públicas y Relaciones Gubernamentales de Google España, María Álvarez, este mismo lunes.

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