ep francisco reynes presidentenaturgy
Francisco Reynés, presidente de NaturgyNATURGY
23,920€
  • 0,200€
  • 0,84%

Naturgy avanza en el que será "un buen año". Su presidente ejecutivo, Francisco Reynés, ha señalado que la energética tiene marcado un objetivo de beneficio neto de 1.400 millones para este ejercicio, con un crecimiento en el Ebitda del 15%, hasta los 4.600 millones.

La energética tiene previsto invertir 2.000 millones durante el ejercicio y, según ha indicado Reynés a periodistas antes de la junta de accionistas de la compañía, "alrededor de un 70% se destinará a España". "Un 57% de nuestro Ebitda se genera aquí y tenemos que seguir invirtiendo", ha agregado. Del monto total, una parte será destinado a su acelerón en renovables -prevé sumar 1GW de potencia este año a su cartera-, y casi 400 millones se repartirán entre redes eléctricas y de gas.

El 30% restante del monto de inversión, agrega Reynés, se destinará sobre todo a mantenimiento, descartando en principio crecer de forma inorgánica. Aun así, Reynés no cierra la puerta: "Estamos abiertos a cualquier inversión siempre y cuando cumpla con nuestros parámetros" de rentabilidad y oportunidad. De cara a este ejercicio, la compañía se compromete a realizar una recompra de acciones por 400 millones si no encuentra oportunidades atractivas en las que invertir, ha recordado Reynés.

El presidente de Naturgy también se ha referido al paquete de Energía y Clima que presentó recientemente el Gobierno como "una buena declaración de objetivos y de generación", aunque ha reconocido que el adelanto electoral pone dudas sobre su materialización. Aun así, Reynés confía en que "independientemente del resultado de las elecciones, España tiene clara su hoja de ruta porque no sólo depende de los grupos políticos, sino de los países de nuestro entorno". "El impulso de las renovables y la rebaja de la factura energética es algo que todo el mundo quiere", apunta.

DESINVERSIONES

El plan estratégico de la compañía contempla desinversiones en activos no estratégicos por 3.000 millones, de los cuales ya se han materializado 2.700 millones, ha recordado Reynés. "Queda una parte muy poco relevante del porfolio por ejecutar", ha agregado descartando que la operación en Panamá vaya a ser una de las ventas ya que ahora mismo se considera parte estratégica.

"Hay otros negocios más pequeños pero su venta dependerá de que las propuestas sean relevantes y rentables", ha subrayado el ejecutivo. "Las cosas tienen su precio, tanto para comprar como para vender. Ni vamos a comprar con sobreprecio, ni a vender regalando".

En 2018, Naturgy registró perdió 2.822 millones debido al deterioro de activos de casi 4.900 millones realizado en la primera mitad de ese ejercicio. El Ebitda de la compañía el año pasado se situó en los 4.019 millones de euros, con un incremento del 3%.

En lo que respecta a la deuda neta, la energética prevé que se se sitúe a cierre de este año en los 15.200 millones de euros, teniendo en cuenta la nueva normativa IFRS16, que pasa a incorporar los compromisos a largo plazo como deuda.

En cuanto a la retribución del accionista, Naturgy estima un crecimiento del dividendo del 5% en 2019, hasta los 1,37 euros por acción, frente a los 1,3 euros de dividendo total con cargo a 2018.

CIERRE DEL CARBÓN Y NUCLEARES

Para Naturgy, el precio del carbón y de los derechos de emisión de CO2 "hacen inviable" la operación de sus centrales de carbón. Por eso la compañía solicitó a finales de 2018 la autorización para cerrar sus tres plantas térmicas a carbón en España: Meirama, La Robla y Narcea. Reynés ha indicado que están a la espera de recibir las pertinentes autorizaciones y, una vez reciban luz verde para el cierre, comenzarán los planes de desmantelamiento en los que tratarán de mitigar el impacto tanto sobre su plantilla como sobre las regiones en que se emplazan las centrales. "Trazaremos un desmantelamiento pactado y buscando los acuerdos con los trabajadores", ha indicado.

En este sentido, respecto al avance de las negociaciones con la Xunta para sacar adelante los planes de mitigación ligados al cierre de Meirama, Reynés ha indicado que tienen en estudio un centro de gas renovable en Galicia y un proyecto eólico de 80MW pendiente de autorización. Las inversiones en Galicia este año serán "muy relevantes", ha indicado para subrayar el compromiso de la compañía con Galicia.

El cierre del carbón es parte del proceso de transición energética que apunta hacia una electrificación completa de la economía para 2050. En la próxima década se iniciará también la desconexión ordenada de las centrales nucleares, al tiempo que se instala más capacidad renovable. En este proceso, el gas tendrá una labor de respaldo fundamental, ha señalado el ejecutivo, tanto en la generación de energía como en la movilidad.

Noticias relacionadas

contador