• Todavía hay barreras para el desarrollo directivo como la falta de conciliación o la maternidad
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La fuerza empresarial española recoge el guante violeta. Después de varios años de parón, el número de mujeres que ocupan puestos directivos tuvo un gran impulso en 2018, un año marcado por las reivindicaciones feministas a nivel global. Las compañías españolas -cotizadas, grandes, medianas o pequeñas-, tienen ya un 30% de mujeres en puestos directivos, según los datos del informe ‘Women in Business 2019: hacia un avance real’, elaborado por Grant Thornton. Sin embargo, la consultora alerta de que aún queda mucho camino por andar para alcanzar la paridad.

El dato es el mejor en cinco años, destacan Isabel Perea y Aurora Sanz, socias de Grant Thornton, y supone un avance de tres puntos respecto a 2017. “Después de años de estancamiento y tras un 2018 de reivindicaciones en todas las esferas de vida pública que afectan a la mujer. El grueso de las compañías españolas, de entre 20 y 500 empleados, parece haber recogido el guante y empiezan a tomarse en serio la brecha de género”, sostiene Perea.

Con el avance de 2018, además, la barrera psicológica del 30%, umbral que recomienda alcanzar la CNMV para 2020, pero las expertas alertan de que "la paridad está lejos de alcanzarse" y esperan ver que esta mejora se mantiene en los años sucesivos. "Que este aumento no sea una mera reacción al actual entorno social y veamos avances similares en los próximos años", sostiene Perea, que destaca que la mejora solo supone un avance del 10% en una década. "Lo ideal es que a partir de esta reactivación no se den pasos atrás", añade Sanz.

Las expertas alertan de que "la paridad está lejos de alcanzarse" y esperan ver que esta mejora se mantiene en los años sucesivos.

La mejora del último año, además, ha permeado en todo el tejido empresarial y un 87% de las firmas ya tienen al menos una mujer al mando, una cifra que en 2012 se situaba en el 67%. El dato lleva a las expertas a concluir que los empresarios "han interiorizado" la importancia de crear plantillas diversas. Con el salto de tres puntos del último año, España avanza cinco puestos se sitúa en la posición 16 de los 35 países que analiza Grant Thornton.

Aun así, el progreso logrado en 2018 no ha afectado por igual a todas las regiones en España. Madrid sigue en cabeza: es la región con más mujeres en puestos de mando en las empresas, un 32%, aunque baja un punto respecto a 2017. Le sigue Galicia, que supera la media nacional con un 31%; y, en tercer lugar, Cataluña, que pasa de un 26% a un 29% de puestos directivos ocupados por mujeres. En la parte baja de la tabla, País Vasco y Valencia, con un 22% en ambos casos. No ha habido grandes avances, pero tampoco retrocesos, destacan las expertas.

AVANCE GLOBAL

Tras el avance del último año, España puede sacar pecho ante el resto de empresas europeas e, incluso globales. El 30% de puestos directivos ocupados por mujeres en España está un punto por encima del 28% en la UE y del 29% a nivel global. El acelerón del último año también se ha dejado sentir a nivel global, con un incremento de cinco puntos porcentuales.

Por primera vez, uno de cada cuatro miembros de la alta dirección es una mujer”, sostiene el estudio. Pero el avance es lento, reconocen las expertas. En los quince años que llevan analizando esta situación, sólo se han avanzado diez puntos porcentuales. Eso sí, la proporción de empresas que al menos tiene una mujer en alta dirección ha aumentado 20 puntos porcentuales en todo el mundo, hasta un 87%.

Por regiones, lidera Europa del Este. Es la que más ha crecido en el último año, explican la expertas, y la proporción de empresas con al menos una mujer en alta dirección alcanza el 85%, con un 32% de mujeres en puestos directivos.

Y siguiendo la estela de la edición anterior, las empresas africanas muestran el camino a la hora de “definir las prioridades y adoptar medidas en materia de diversidad de género”: el 31% de los puestos directivos los ocupan mujeres y hay al menos una mujer en alto mando en el 94% de las empresas analizadas.

Norteamérica, Asia-Pacífico y la Unión Europea quedan en puestos intermedios, con un una proporción de 31%, 28% y 28%, respectivamente, de mujeres en puestos directivos. Latinoamérica y el Sur de Europa, en cambio, sigue a la zaga: sólo un 25% y 26%, respectivamente, de los puestos directivos son ocupados por mujeres.

LA DIVERSIDAD DE GÉNERO ES RENTABLE

Desde la consultora defienden que “promover la diversidad de género no solo implica actuar de manera correcta para avanzar socialmente, sino que además es lo mejor para el negocio”. Los estudios realizados hasta la fecha demuestran “la fuerte correlación entre la diversidad en la alta dirección y los resultados empresariales”.

Un ejemplo es el Índice de Igualdad de Género que elabora Bloomberg y que muestra que las firmas que apuestan por la igualdad tienen mejor desempeño. En su última edición incluyó a seis empresas españolas (Iberdrola, Enagás, Banco Santander, BBVA, Caixabank y Telefónica) que destacan por el desarrollo e implementación de políticas de promoción de la igualdad.

La diversidad de género aporta innovación, un elemento clave para que las empresas evolucionen en un entorno complejo y volátil como el actual, apunta el estudio de Grant Thornton. Para demostrar la correlación entre la diversidad y la rentabilidad en España, el estudio ha elaborado un índice de sensibilidad de las empresas en materia de igualdad a partir de un cuestionario analítico que evalúa si la organización tiene un trazado un plan con objetivos concretos y cómo lo implementan.

Según las expertas, “a mayor implicación en materia de género, más probabilidad tiene la empresa de obtener una mayor rentabilidad”. “Las empresas que no tienen en su ADN la paridad, crecen a ritmos inferiores al 5%”, detalla Perea. Poner por escrito los objetivos de igualdad ayuda a su consecución, apuntan. Han analizado 400 empresas en España y, de ellas, un 64% muestran escasa implicación, un 16% moderada y un 1% elevada. De las firmas analizadas, sólo un 37% cuentan con un documento formal que establezca la paridad de género como un valor dentro de la organización.

El 52,1% de las empresas moderadamente implicadas ha crecido a ritmos superiores al 5% y las que muestran una elevada implicación en materia de género han incrementado sus ingresos de forma significativa en el último año”, aseguran.

Para lograr esa diversidad, es necesario prestar atención a las barreras para la progresión profesional que cada compañía pueda tener y definir un plan para derribarlas. “La mayoría de las empresas se ven a sí mismas como las responsables para reducir las limitaciones que, de facto, impiden la paridad en niveles directivos”, agrega Sanz poniendo sobre la mesa la cuestión clave: ¿por qué la mayoría no dan pasos para lograr mayor equidad?

En España, la maternidad y la falta de conciliación son todavía barreras para el desarrollo profesional.

El estudio de Grant Thornton destaca que, a nivel global, tanto hombres como mujeres ven complicado encontrar tiempo para mejorar sus habilidades laborales debido, precisamente, a las responsabilidades que ya asumen en su trabajo. En general, son ellas las que reconocen en más ocasiones haberse topado con obstáculos para su progresión laboral.

En España, la maternidad (49%), la falta de conciliación (47%) o la cultura dominada por hombres en el sector en que se desarrollan son las barreras citadas con mayor frecuencia por las mujeres a la hora de acceder a puestos de liderazgo.

Para superar estas barreras, las empresas impulsan cada vez más medidas que apuntan a la paridad efectiva de los equipos directivos. Entre ellas, las más frecuentes son el trabajo flexible (56%), el acceso igualitario a oportunidades (44%) o fomentar una cultura inclusiva (40%), pero también se aprovecha para tomar medidas menos frecuentes como la formación sobre parcialidad inconsciente o la orientación y asesoramiento a las trabajadoras para ayudarlas a definir sus sendas laborales.

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