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Logo de un hotelEUROPA PRESS - Archivo

Se prevé que los hoteles puedan abrir sus puertas a partir del próximo 11 de mayo, cuando se inicie la Fase 1 de la desescalada. No obstante, con las limitaciones que ha decretado el Gobierno, resulta menos costoso seguir cerrados que retomar la actividad. Por esta razón, la mayoría de alojamientos esperará hasta la denominada 'nueva normalidad' para volver a recibir a sus huéspedes.

La principal crítica del sector es que los ciudadanos no pueden desplazarse entre provincias hasta que llegue la 'nueva normalidad'. Al contrario que ocurre con la restauración, "los hoteles depende de clientes que no son de proximidad, sino que se desplazan desde otros lugares", apunta el socio de la consultora PHG Hotels & Resorts, Ivar Yuste.

"A no ser que el Gobierno se decante por una apertura más generalizada por territorios, muchos operadores y propietarios van a esperar, porque para poder abrir en condiciones de rentabilidad se necesita que haya libre circulación, al menos a nivel doméstico", añade este experto.

Hay que tener en cuenta que también existen limitaciones en el tráfico internacional desde los principales mercados emisores, como Alemania o Reino Unido. Esta ausencia de turistas extranjeros afecta especialmente a territorios como Baleares y Canarias, que dependen de los clientes internacionales y no pueden mantener el negocio solo con la demanda local.

Esta opinión es compartida por la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT). El presidente de la patronal, Jorge Marichal, lamenta que no podrán abrir si no existe libre circulación entre provincias. "Con este cuadro es prácticamente imposible que reabramos los negocios sin destrucción del tejido empresarial", insiste en un comunicado.

El Gremio de Hoteles de Barcelona (GHB) también considera "una barbaridad" plantear la posibilidad de abrir los hoteles en los términos planteados. Apuntan, sobre todo, a las medidas que impiden los desplazamientos interprovinciales, que "provocarán que los establecimientos estén vacíos, derivando en una situación económica y laboral extremadamente grave e insostenible, que no hará posible el mantenimiento de las plantillas de trabajadores".

La solución que valoran muchos empresarios es alargar los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) hasta que sea rentable retomar la actividad. En este sentido, las confederaciones hoteleras demanda la ampliación a seis meses del periodo de vigencia de los ERTE por fuerza mayor tras la derogación del estado de alarma. También piden la realización de test masivos a plantillas, clientes y proveedores; además de apoyo de la Administración con una nueva legislación financiera para el sector.

LOS HOTELES DE LA PENÍNSULA PODRÁN ABRIR EL 11 DE MAYO

El presidente Pedro Sánchez esbozó el pasado martes las principales líneas del plan de desescalada que ha elaborado el Gobierno. Para el sector hotelero, comunicó que podrán abrir a partir del 11 de mayo, siempre que se encuentren en una provincia que cumpla las condiciones para iniciar la Fase 1. La excepción son los alojamientos situados en las islas de Formentera (Baleares) y El Hierro, La Gomera y La Graciosa (Canarias); que adelantarán esta situación al 4 de mayo.

Durante esta fase, las cafeterías y restaurantes de los hoteles permanecerán cerradas porque los huéspedes no podrán acceder a las zonas comunes. Además, tendrán que reforzar las medidas de higiene y el Ministerio de Sanidad planteará otras restricciones para asegurar el distanciamiento social.

No será hasta la Fase 2 cuando se puedan abrir las zonas comunes, aunque solo se podrá ocupar el 30% de su aforo. Ya en la Fase 3 se ampliará la capacidad al 50%. Por último, se llegará a la deseada "nueva normalidad", en la que los hoteles podrán recibir a huéspedes de otras provincias.

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