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La temporada de resultados de 2019 está siendo bastante decepcionante en España, y podría serlo todavía más si no fuera porque algunas grandes empresas han utilizado el recurso de rebajar drásticamente su factura fiscal para incrementar su beneficio neto. Nada ilegal, por supuesto, pero que sirve para 'maquillar' unas pobres cifras a costa de todos los contribuyentes.

Entre los que se han apuntado a esta estrategia destacan algunos de los gigantes del Ibex, como Telefónica, CaixaBank o Mapfre, y también algún otro banco importante como Unicaja. Como informó la semana pasada Bolsamanía, a teleco que preside José María Álvarez-Pallete pagó en 2019 un 33% menos de impuestos en España respecto a 2018, hasta 1.809 millones.

Este fuerte reducción se explica por el pleito ganado por Telefónica en el Tribunal Económico Administrativo Central, que le ha permitido recuperar 702 millones de impuestos pagados de más en 2009 y 2010, más otros 201 millones de intereses. No solo ocurrió en España, sino que en Brasil también ha disminuido notablemente el pago de impuestos por una sentencia parecida. De esta forma, ha logrado moderar la caída del beneficio neto atribuido, que aun así ha sido del 65,7%; es decir, sin este impacto fiscal, la caída habría sido todavía mayor.

Si Telefónica pagó impuestos de más en 2009 y 2010, que ahora recupera, también tributó de menos entre 2004 y 2019 por sus adquisiciones internacionales gracias a la deducción del famoso fondo de comercio financiero, declarada ayuda de Estado por la Comisión Europea. La cantidad que debe ingresar a las arcas públicas -y que la ministra María Jesús Montero le está reclamando- asciende 1.552 millones, aunque la compañía ya ha liquidado una parte no cuantificada.

CAIXABANK Y UNICAJA SE APUNTAN GRANDES DEDUCCIONES

En el mundo bancario también tenemos casos destacados. Así, CaixaBank ha reducido su pago de Impuesto de Sociedades en un 48% hasta 369 millones gracias a los gastos de reestructuración del ERE de 2.000 empleados acometido el año pasado, que son deducibles fiscalmente. Esta deducción le ha permitido reducir su tipo en el citado tributo del 38,9% de 2018 al 25%. Y su reflejo en las cuentas anuales ha sido que el descenso del 26% del beneficio antes de impuestos se queda solo en un 14,1% en el resultado neto atribuido.

Unicaja ha llevado al extremo esta práctica en sus cuentas anuales, hasta lograr pagar solo 2 millones por un beneficio de... 174. De nuevo, la respuesta está en las deducciones, pero esta vez no por gastos extraordinarios como el ERE de CaixaBank, sino encima por plusvalías: en este caso, las de la venta de la autopista Ausol, que la entidad asegura que están exentas. También se dedujo el beneficio de todas las participadas donde tiene más de un 5%, con un resultado espectacular: rebaja su base imponible de 174 a 6 millones.

Fuera de la banca pero en el Ibex tenemos también el caso de Mapfre, que califica esta práctica como "viento de cola fiscal". En su caso, se trata de los impuestos pagados en 2017 por una serie de filiales de Mapfre Vida, que la empresa considera excesivos. Ahora se está cerrando una inspección fiscal que, según la empresa, le dará la razón con un efecto positivo de 20 millones. Esto le permite pasar de una caída del 4% en el beneficio antes de impuestos a un incremento del 15,2%.

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