La banca acreedora de DIA está dispuesta a colaborar con LetterOne para darle un nuevo rumbo a la compañía. El plan en tres actos que el fondo de Mijaíl Fridman presentó este martes al mercado “ha gustado” pero, aun así, los bancos han marcado una línea roja al primer accionista de DIA: no habrá quita de la deuda bancaria si no se realiza también a los bonistas.
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El fondo de Fridman ha lanzado una opa voluntaria a 0,67 euros por acción, un precio que supone una prima del 56% respecto al cierre del lunes. Como segundo paso, LetterOne quiere recapitalizar DIA con una ampliación por 500 millones que se compromete a suscribir, pero está condicionada al éxito de la opa y a que se logre un acuerdo con los bancos acreedores -entre los que están Santander, BBVA, ING, Barclays y Deutsche Bank-, para reestructurar su deuda de largo plazo.
A la docena de bancos que prestan dinero a DIA les ha gustado que Fridman se haya comprometido a respaldar la ampliación de capital y, consideran, según ha podido saber este medio, que ese dinero “es suficiente” para sacar a DIA del atolladero y evitar el concurso de acreedores, según fuentes del sindicato.
Pero, a cambio de hacerse con DIA y reflotarla, Fridman quiere que los bancos le den estabilidad. Las líneas de crédito son vitales para un supermercado y, para que el plan de rescate salga adelante, DIA no puede ver comprometido su circulante. De momento, anoche mostraron su voluntad en este sentido al conceder a los actuales gestores de la empresa un aplazamiento de la deuda hasta 2023.
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LA SOMBRA DE LA QUITA
Pese a la conversación con Stephane DuCharme (el hombre de Fridman en España), la banca reconoce que no tienen muy claro qué pretende LetterOne al respecto. El propio DuCharme, que renunció a la presidencia de DIA en diciembre para trabajar en este plan estratégico alternativo, afirmó este martes que no se ha pedido una quita de la deuda bancaria en la conferencia que mantuvo con los analistas para explicar el plan de rescate. Los bancos, sin embargo, dicen que LetterOne no fue tan claro en su 'call' con ellos y no descartan que les pida esa ‘ayuda extra’ ahora que ha decidido invertir otros 800 millones en DIA y eso es algo que les preocupa.
Para las entidades, apuntan estas fuentes, no sería razonable que LetterOne pidiera una quita, ya que con sus planes para recomponer la compañía no lo necesitaría. Eso sí, en caso de que lo pida, no accederán a realizarlo si desde LetterOne no se busca la misma medida entre los bonistas. DIA tiene alrededor de 900 millones de deuda emitida en bonos, estiman estas fuentes, pero la negociación para lograr una quita no es tan ‘sencilla’ como con los bancos, por lo que no se baraja como opción factible.
El próximo mes de julio vencen más de 305 millones en bonos y los siguientes vencimientos, de otros 300 millones, se darán en 2021 y 2023. Las conversaciones con los bancos deberán abordar también el pago de estas obligaciones o que LetterOne sea quien preste también el dinero para evitar el incumplimiento.
RESULTADOS 2018
Mientras las conversaciones entre LetterOne y los bancos acreedores avanzan, DIA presentará sus resultados de 2018 este viernes y se espera que el consejo desvele algo de información sobre los planes en que han estado trabajando desde que Borja de la Cierva asumió como consejero delegado el pasado mes de diciembre. Fuentes de la compañía señalan que, en caso de que la opa de Fridman fracase y, por tanto, su ampliación de capital, seguirán adelante con los planes para levantar 600 millones -una ampliación asegurada por Morgan Stanley-, después de la junta de accionistas.
Los analistas esperan que las cifras del último trimestre sigan impactadas "por la deteriorada evolución operativa" que subrayó el profit warning del pasado octubre, apuntan en Renta4. Las ventas, según su previsión, caerán un 12% y el Ebitda un 50% en el cuarto trimestre comparado con el mismo período de 2017. Para el conjunto del año, agrega Renta4, las ventas caerán un 14%, hasta alrededor de 7.380 millones, y el Ebitda bajará un 39%, hasta 349 millones.
En paralelo, el magnate ruso prevé enviar al regulador el folleto de la opa en las próximas dos semanas. Está por verse si se decide a elevar el precio de la oferta, si la propia CNMV le pide que lo haga para proteger a los inversores de las elevadas pérdidas o si irrumpe en escena un 'caballero blanco' que puje por DIA.
