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El papel higiénico escasea en las estanterías de los supermercados. Su venta se ha disparado con el confinamiento impuesto por el Gobierno para frenar la expansión del coronavirus. Y con este notable aumento de la demanda, los productores de celulosa salen beneficiados. Como Ence, que se está empleando a fondo en las últimas semanas para intentar abastecer a la población.
En marzo, la demanda de papel fino absorbente tisú, que se utiliza para la fabricación de productos higiénicos, ha aumentado un 20% en comparación con el mismo mes del año pasado, según informó la compañía en un comunicado. Respecto a febrero, el incremento mensual ha sido del 5%. Y no solo hay peticiones de España, los encargos de los clientes europeos han aumentado un 7%.
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La creciente subida de las ventas supondrá un golpe de efecto para las cuentas de la compañía, que no vive uno de sus mejores momentos. El año pasado, su beneficio neto se desplomó un 93%, hasta los 9,2 millones de euros, y sus ingresos anuales cayeron un 11,6%, hasta los 127 millones.
Para asegurar el suministro de celulosa necesario, las dos plantas que tiene en Pontevedra y Navia (Asturias) operan a pleno rendimiento. Eso sí, atendiendo a las recomendaciones de las autoridades sanitarias, ha dividido al personal de las fábricas en diferentes turnos para que no coincida trabajando presencialmente más de un 12% de los empleados. Además, la plantilla de las oficinas se encuentra teletrabajando.
Ence reconoce que estamos viviendo una crisis que "va a ser larga", pero considera que será imposible de superar "si se paraliza la producción de los bienes y servicios que precisa la ciudadanía". Por ello, focaliza sus esfuerzos en "garantizar la seguridad de las persona, pero también en mantener el empleo y la actividad económica, para dar la mejor respuesta, como así lo exige esta dura situación".
En su comunicado concluye que "no es realista pensar que saldremos de esta pandemia si estamos todos confinados en nuestros domicilios, ya que necesitamos que se siga produciendo y suministrando a la sociedad energía eléctrica, alimentos y productos básicos e higiénicos o sanitarios".
Las acciones de Ence se dejan un 32% desde el pasado 24 de febrero, la primera sesión en la que el miedo por la llegada del virus a Europa se apoderó de los inversores. Este retroceso está en línea con la media del Ibex, que pierde un 35% durante este período.
