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Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, ha descartado que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la entidad va a poner en marcha de este año vaya a contemplar bajadas de salarios. "No se contempla rebajar el sueldo a los empleados, no está en las negociaciones", ha apuntado el ejecutivo en relación con el ajuste de plantilla, que afectará a unos 2.157 trabajadores.

Gortázar ha explicado que la negociación “transcurre por los cauces propios de una negociación”, que parte de “posiciones diferentes”, pero que se basa en que “la manera de hacer banca está cambiando”. “Tenemos que tener cintura para saber adaptar las decisiones ahora y asegurar el éxito en el futuro”, ha añadido.

El ejecutivo ha manifestado que la intención de la entidad es dar tiempo a los representantes de los trabajadores para comprender las razones por las que ha decidido acometer este ajuste. “Vamos a hacer lo imposible para llegar a un acuerdo y esperamos que ellos [los sindicatos] hagan lo imposible también”, ha apuntado Gortázar.

En todo caso, ha señalado que la tradición de CaixaBank ha sido siempre “llegar a acuerdos”. “Nuestra trayectoria nos avala”, ha añadido el presidente del banco, Jordi Gual, para quien el ERE responde a una política de “prudencia” y de “anticipar acontecimientos futuros y tomar decisiones hoy para estar en el futuro en una mejor situación”.

TIENE UN 3,6% EN REPSOL

Gortázar ha desvelado que CaixaBank cerró 2018 con una participación del 3,6% en Repsol en el marco del proceso que inició el pasado mes de septiembre para deshacerse de su histórica porción del 9,4% en la petrolera. "Es una fantástica compañía, pero el encaje con nuestra actividad bancaria no existe", ha añadido.

CaixaBank va a deshacerse gradualmente de la participación que aún mantiene y, de hecho, el consejero delegado de la entidad ha explicado que se buscara llevar a cabo la desinversión "en las mejores condiciones". "Prolongaremos ese periodo lo que haga falta", según las condiciones del mercado, ha añadido.

Por otra parte, Gual ha afirmado que en la entidad se encuentran "cómodos" y "bien tranquilos" con la posición de capital que tienen, a pesar de las sucesivas llamadas del Banco de España a que los bancos se refuercen. "El regulador tiene cierta tendencia a pedir mayores nivele de capital, pero estamos cómodos con los niveles de capital que tiene nuestra entidad", ha añadido.

MANTENER LA RED RURAL

Los máximos directivos del banco han dejado claro en varias ocasiones que CaixaBank quiere mantener intacta su red de sucursales en localidades rurales, que no está afectada por los cierres previstos en su plan estratégico 2019-2021. "Mantener la red rural ha sido un grandísimo esfuerzo", pero "queremos que las personas de los pueblos tengan acceso a los servicios financieros", ha explicado Gortázar, añadiendo: "No queremos irnos de un solo pueblo de España".

No obstante, ha explicado que es posible que esas oficinas cambien, por ejemplo, viendo su número de empleados más reducido. En todo caso, ha insistido en que, al menos en los próximos tres años, no se van a cerrar oficinas rurales.

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