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La compañía tabacalera, British American Tobacco, ha anunciado este jueves que prescindirá de un total de 2.300 empleados en todo el mundo y para enero del próximo año. La firma busca simplificar su estructura operacional con esta maniobra.
La compañía dueña de marcas de tabaco como Lucky Strike o Dunhill se encuentra en un proceso de consulta con todos los miembros de la plantilla que serán afectados por la nueva política anunciada y que se pondrá en marcha en enero de 2020.
"Desde que asumí el cargo de director general, he tenido claro que quería hacer de BAT una organización más fuerte, sencilla y rápida y garantizar una cultura de adaptación en el futuro. Mi objetivo es supervisar un cambio radical en el crecimiento de la nueva categoría (vapor, productos para calentar el tabaco y tabaco de uso oral]) y simplificar significativamente nuestros actuales métodos de trabajo y procesos de negocio, a la vez que proporcionamos beneficios sostenibles a largo plazo para nuestros accionistas. Este es un primer paso vital para ayudar a alcanzar estas metas", ha declarado el jefe ejecutivo de la compañía, Jack Bowles.
British American Tobacco anunció en sus últimos resultados publicados el mes pasado, una subida en los beneficios de la primera mitad de año que rompieron todos los pronósticos. No obstante, el volumen de ventas de cigarros se han desplomado un 3,5%, mientras que los ingresos procedentes de sus productos de calefacción de tabaco glo y Vype e-cigarrillos, así como de otras "alternativas", han crecido un 27%. Aún así, BAT está luchando por colocarse a la par con IQOS de Philip Morris y la relativamente nueva compañía Juul, como líderes de la industria.
British American Tobacco genera más de 2.100 empleos en Sudáfrica. A principios de este año, anunció 300 despidos voluntarios, que la empresa culpó al comercio ilegal de cigarrillos en Sudáfrica. La empresa sostiene que cerca de la mitad de todos los cigarrillos vendidos en Sudáfrica, son ilegales.
