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“Todos queremos más capital, pero en cierto punto es suficiente”. Así de rotunda se mostraba Ana Botín, presidenta de Santander, durante la presentación de su último plan estratégico, celebrada este miércoles en Londres. La banquera pidió a los inversores ayuda para convencer al Banco Central Europeo (BCE) de que la banca europea está suficientemente capitalizada y de que, si continúan las exigencias, “tendrá una menor inclinación a prestar”.
Los supervisores bancarios no dejan de recordar que las entidades españolas se encuentran a la cola de las europeas en cuanto a niveles de capital y tanto el Banco de España como el BCE les piden refuerzos en este sentido, a pesar de los cuatro mayores bancos del país salieron airosos de las últimas pruebas de estrés de la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
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Para Botín, sin embargo, si insisten en seguir construyendo “colchones, colchones y colchones [de capital]” el problema es que “Europa no crecerá”. Y, consecuentemente, los bancos “tendrán una menor inclinación a prestar”, señaló la presidenta de Santander, que recordó que el 90% del crédito concedido a la economía europea procede de los bancos.
En opinión de Botín, el supervisor debe tener en cuenta que el coste del capital crece incluso cuando los tipos de interés están en negativo.
Por ello, la presidenta de Santander pidió ayuda a los inversores presentes en la presentación del plan estratégico. “Si creen que el sector en Europa está sobrecapitalizado, deberían ir a Frankfurt [sede del BCE] a explicárselo”, apuntó.
Santander cerró 2018 con una ratio de capital CET1 fully loaded del 11,3% y prevé incrementarla hasta entre el 11% y 12% en el medio plazo, al tiempo que estima incrementar su rentabilidad hasta entre el 13% y el 15%, según contempla su plan estratégico. Si se acerca más al 13% o al 15% dependerá en gran medida de las políticas del BCE que, además de seguir pidiendo a la banca capital, constriñe sus márgenes con los tipos bajos.
