Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, cree que es "más recomendable" la opción de reducir los requerimientos de capital a los bancos menos contaminantes (green supporting factor) que la de castigar con más exigencias a los más contaminantes (brown penalizing factor), de forma que se alinea con la intención del Banco Central Europeo (BCE) de exigir menos capital a las entidades que concedan financiación con criterios verdes.
En opinión, la alternativa del green supporting factor, al reducir los requerimientos de capital exigidos, favorecería el flujo de crédito entre ramas y empresas "permitiendo una reasignación menos costosa de los recursos financieros", mientras que el brown penalizing factor, aunque aumentaría la solvencia de la banca al elevar los requerimientos, ha sido criticado por algunos autores por su falta de eficacia, según reflexiona Delgado.
Sin embargo, la número dos del Banco de España advierte de que las medidas para la transición energética que afecten a la solvencia de las entidades "deben ser analizadas y escrutadas en profundidad desde el punto de vista prudencial de la medición adecuada del riesgo que incorporan antes de su aplicación", pues, recuerda, "el capital es el último elemento con que cuentan las entidades para hacer frente a las pérdidas que puedan surgir".
En un artículo llamado Transición energética y estabilidad financiera. Implicaciones para las entidades de depósito españolas, incluido en la Revista de Estabilidad Financiera del Banco de España, Delgado concluye que la reasignación de la actividad productiva fruto de la transición hacia una economía verde tendrá "implicaciones en el riesgo de crédito de las carteras crediticias" de los bancos.
No en vano, la financiación concedida a ramas potencialmente afectadas por la transición energética se encuentra en alrededor del 25% de la total otorgada al conjunto de empresas no financieras y empresarios individuales.
