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Sede de BBVAEUROPA PRESS - Archivo

El sumario del caso Cenyt sigue desvelando detalles sobre la contratación de la empresa de José Manuel Villarejo por parte de BBVA. En el mismo se recoge la declaración que Julio Corrochano, supuesto enlace de ambas partes y exresponsable de Seguridad del banco, realizó en el marco de la auditoría forensic dirigida por PwC por escrito, en la que desvela que no existió un contrato escrito con Cenyt para que investigara a Ausbanc y su expresidente, Luis Pineda, sino que se estableció de forma verbal. Así lo desvela el sumario, al que ha tenido acceso Bolsamanía.

"No hubo contrato escrito por razón de alta confidencialidad. Se llegó a un acuerdo verbal entre partes, y la factura emitida por Cenyt contiene el detalle del servicio prestado", señaló Corrochano a los investigadores de PwC y Garrigues en el marco de las entrevistas que realizaron a directivos y exdirectivos para conocer cómo se gestionaron las contrataciones a Grupo Cenyt entre 2004 y 2017.

Del sumario del caso también se desprende que el propio BBVA reconoce que la batalla judicial de BBVA contra Ausbanc "no tenía una clara justificación económica", sino que nacía tras el "público enconamiento" y la "manifiesta animadversión" entre Francisco González, expresidente de la entidad, y Pineda, que llevó a la entidad a investigar a Ausbanc a través de Grupo Cenyt. Lo hace en un escrito remitido a la Audiencia Nacional el pasado verano.

"ALTA CONFIDENCIALIDAD"

La necesidad de esa "alta confidencialidad" no era la primera vez que se esgrimía. Siempre según la declaración de Corrochano, fue también la razón para que él mismo decidiera destruir los informes que recibía de la empresa de Villarejo. "Los informes de Cenyt, según se recibían se destruían por razones de confidencialidad. La decisión la tomé yo y yo fui quien los destruyó sin dejar copia, una vez leídos y trasladado su contenido a la dirección", expuso Corrochano.

Esta práctica, según Corrochano, era "prudente" a la hora de trabajar en el banco. "Es lo que, dentro del protocolo de trabajo, se propone como una práctica prudente en orden a evitar actuaciones internas que puedan romper la confidencialidad", explicó el exdirectivo y excomisario de Policía.

A Corrochano siempre se le ha señalado como el enlace entre BBVA y Villarejo, al que conoció hace décadas cuando compartieron destino en País Vasco, región a la que les destinaron en su trabajo de policías para la lucha contra el terrorismo.

El expolicía dejó el Cuerpo en 2002, cuando fichó por el banco, justo dos años antes de que comenzaran los trabajos de Villarejo a BBVA. Su contratación la decidió González, quien en su declaración en la Audiencia Nacional dijo de él que se había jubilado con el "reconocimiento" de todo el banco.

La declaración de Corrochano se hizo por escrito a petición del exdirectivo de BBVA, que prefirió no someterse a una entrevista presencial. Es, además, la única que guardan los investigadores, pues del resto no existen registros físicos, como reconoce el propio BBVA en un escrito en el que da respuesta a uno de los requerimientos de información del juez incorporado al sumario, al que ha tenido acceso este medio.

"[Nuestros abogados externos] Nos han precisado que no se ha procedido a la grabación de las entrevistas, ni tampoco se ha levantado acta alguna de su contenido", explicó la entidad al juzgado.

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