Elon Musk se parece cada vez más al rey Midas, todo lo que toca lo convierte en oro. Él es consciente de su superpoder, lo que provoca que su ambición empresarial no tenga límites. Su imparable éxito en bolsa con Tesla ha llevado al magnate a estudiar la salida a bolsa de Starlink, un proyecto de SpaceX que busca ofrecer servicio de Internet satelital.
Antes de dar el salto al parqué Musk busca consolidar este servicio, que solo opera en beta para algunos usuarios. Es por esto que han comenzado a aceptar pedidos pedidos por adelantado de clientes potenciales a un precio de 99 dólares.
Según informa la compañía en su página web, estos pedidos por adelantado son "totalmente reembolsables" y pueden tardar seis meses o más en completarse dependiendo de la zona geográfica. De hecho, Starlink por ahora solo opera en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido. Aunque está abriendo la puerta para dar el salto a más países.
Musk se ha fijado en España y según puede leerse en la página web de Starlink ya es posible registrarse para acceder a la versión beta. Esto se produce después de que registrara su marca en el país hace unas semanas.
