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Alcoa, el mayor productor estadounidense de aluminio, ha registrado una caída del 25% en su beneficio neto atribuido durante los seis primeros meses del año, hasta 225 millones de dólares (194 millones de euros), y ha revisado a la baja sus previsiones para el conjunto del ejercicio por el impacto negativo en sus costes derivado de los aranceles al aluminio impuestos por EEUU.
"La incertidumbre persiste en la cadena global de suministros debido a los aranceles de EEUU y las actuales interrupciones en el suministro de alúmina en la región atlántica", ha advertido la compañía, que en el segundo trimestre de 2018 asumió un impacto negativo de 15 millones de dólares (13 millones de euros) por los costes relacionados con los aranceles impuestos a las importaciones de aluminio procedente de los centros de producción de la empresa en el exterior para su venta en EEUU.
La facturación de Alcoa entre enero y junio alcanzó un total de 6.669 millones de dólares (5.744 millones de euros), un 20,9% más que un año antes, mientras la deuda neta de la compañía aumentó un 218% respecto al cierre del primer trimestre, hasta 840 millones de dólares (723 millones de euros).
Entre abril y junio, el beneficio neto atribuido de Alcoa permaneció estable en 75 millones de dólares (63 millones de euros), mientras la facturación de la compañía disminuyó un 9,8%, hasta 3.579 millones de dólares (3.082 millones de euros).
De cara al conjunto del año, Alcoa ha revisado a la baja su expectativa de resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado a un rango de entre 3.000 y 3.200 millones de dólares (2.586 y 2.758 millones de euros), por debajo de la anterior horquilla de entre 3.500 y 3.700 millones de dólares (3.017 y 3.190 millones de euros).
"La nueva previsión para todo el año refleja los actuales precios del mercado, los aranceles sobre las importaciones de aluminio, los mayores costes de la energía y algunos impactos operativos", precisó la compañía.
