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ABN Amro, entidad rescatada en 2008 y en la que el Gobierno holandés aún mantiene una participación del 56,3%, obtuvo un beneficio neto atribuible de 1.917 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa una caída del 12,9% en comparación con el mismo periodo de 2017, según informó el banco.
Los ingresos por operaciones del banco holandés sumaron entre enero y septiembre un total de 6.935 millones de euros, un 1% más que un año antes, con un aumento del 4% de los ingresos por intereses netos, hasta 4.951 millones, y una caída del 2,4% de los ingresos por comisiones, hasta 1.273 millones.
En el tercer trimestre del año, ABN Amro contabilizó un beneficio neto atribuido de 698 millones de euros, un 5,6% más que un año antes, mientras sus ingresos operativos crecieron un 9,2%, hasta 2.318 millones.
"Los costes continuaron beneficiándose de los programas de ahorro y las amortizaciones fueron inferiores a las de los dos primeros trimestres", declaró Kees van Dijkhuizen, consejero delegado de ABN Amro.
