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S&P Global Ratings ha actualizado sus previsiones sobre el efecto de la crisis del coronavirus sobre las economías de la Eurozona y el Reino Unido, y son ahora mucho más pesimistas. Según dice, sufrirán una recesión "más profunda" hasta el punto de que el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro caerá este año un 7,3%, mientras que la economía británica se contraerá un 6,5%. La razón es sencilla: según dice la ampliación de los cierres y el confinamiento (ahora estiman que será de media de 8 semanas) y la desescalada gradual que se prepara asestarán un duro golpe.

"Muchos países europeos han ampliado los cierres y prevén solo una flexibilización gradual del distanciamiento social para combatir la pandemia de coronavirus", lo que ha llevado a S&P a pronosticar una "recesión más profunda" de lo que esperaban hace apenas tres semanas, dado que auguran que habrá ocho semanas de cierres de media (más que las seis anteriores) y una reapertura mucho más gradual.

Según Marion Amiot, economista senior de la agencia de rating, "otro conjunto de factores que influyen nuestra perspectiva más pesimista está relacionado con el empeoramiento del entorno externo". "Europa se prepara para una recesión más profunda en 2020", ha remarcado. S&P espera que el crecimiento global se reduzca en un 2,4% este año, frente a un aumento del 0,4% previsto anteriormente. En particular, dice, el golpe será duro para Europa dado que EEUU sufrirá una "recesión más profunda", y eso es un problema porque es "el principal destino de las exportaciones" de la región del euro.

La situación en Estados Unidos se va a complicar, según Sylvain Broyer, economista jefe de EMEA en S&P, por "los bajos precios mundiales del petróleo" que, si perduran, "podrían frenar la demanda externa en la OPEP y Rusia, que en conjunto representan más del 7% de las exportaciones de bienes europeos, la mitad que EEUU". Y esto "socavará algunos de los beneficios que Europa está obteniendo de la menor inflación asociada a los menores precios del petróleo", de forma que la recuperación de la Eurozona "llevará más tiempo del que habíamos esperado inicialmente".

¿DE QUÉ DEPENDERÁ LA RECUPERACIÓN?

Según S&P, la recuperación de las economías en los próximos meses dependerá de tres factores: cómo de restrictivos sean los cierres, lo dependiente que sea un país de los servicios, y cuánto apoyo fiscal ofrezca el Gobierno de ese país.

En este sentido, aunque la agencia ve un nuevo aumento en el apoyo fiscal y monetario en la zona euro y el Reino Unido, recuerda que la cuestión de la financiación del paquete de la UE "sigue sin estar clara". "De cara al futuro y bajo los supuestos anteriores, esperamos que la economía de la Eurozona haya recuperado solo dos tercios de sus pérdidas para 2021, y que no vuelva a la tendencia de crecimiento hasta 2023", remarca Amiot.

Y es que aún hay varios inconvenientes sobre la mesa. S&P se refiere a que la pandemia "podría evolucionar de manera diferente" a lo que suponemos y podría resurgir, a que "las condiciones de financiación podrían empeorar", o a que el entorno exterior de Europa "podría empeorar aún más si el impacto económico de la pandemia es más pronunciado en Estados Unidos o en Asia, los principales socios comerciales".

En su opinión, una mayor respuesta fiscal en la Unión Europea, por ejemplo mediante un fondo común de recuperación de la zona euro, constituiría una "señal positiva para la viabilidad de la Eurozona" y "podría ayudar a acelerar la recuperación económica". De momento estima que el PIB de la zona euro repunte un 5,6% y que el de Reino Unido haga lo propio en un 6% en 2021.

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