• También quiere que el cupón de los CoCos se pague después de impuestos
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Pedro Sánchez en su primera sesión de control al Gobierno en el SenadoMARTA JARA

El Gobierno ya está negociando con los bancos para diseñar el nuevo impuesto. En sus primeros contactos con el sector, el Ejecutivo ha lanzado la propuesta de aumentar el gravamen a los depósitos, pero dejando exentos los primeros 20.000 millones de euros, en línea con los tributos que se aplican en Reino Unido o Austria.

Hace cuatro años, el Ejecutivo que entonces lideraba Mariano Rajoy fijó en el 0,03% el gravamen del Impuesto sobre los Depósitos de las Entidades de Crédito para desactivar en la práctica la nueva figura que pretendían imponer las autonomías socialistas lideradas por Extremadura. Pedro Sánchez quiere incrementar este tributo como parte de la nueva fiscalidad que está diseñando para la banca con el objetivo de aumentar en unos mil millones los ingresos de la Seguridad Social y financiar las pensiones.

La exención de los primeros 20.000 millones beneficiaría a la banca mediana más que a las grandes entidades al tener un volumen de pasivo inferior, lo que, según fuentes del sector, podría favorecer el apoyo a la medida de PNV, que ha requerido a Sánchez que deje a la banca mediana fuera de esta nueva figura impositiva para otorgarle su apoyo, imprescindible para su aprobación, como adelantó Bolsamanía.

DOBLE IMPOSICIÓN A LOS COCOS

Esta medida no es la única que el Gobierno está planteando a los bancos. Hacienda también quiere entrar en el reparto de intereses de algunos instrumentos financieros, concretamente los bonos contingentemente convertibles, conocidos en el argot del sector como CoCos.

Se trata de instrumentos híbridos que tienen características de deuda y de capital, pues pagan intereses a la vez que sirven como instrumento de absorción de pérdidas. En concreto, computan como capital adicional de nivel 1 o AT1, por sus siglas en inglés.

Las entidades abonan el cupón de estos instrumentos híbridos antes de descontar de su beneficio la parte correspondiente a impuestos. De esta forma, la Agencia Tributaria solamente hace caja cuando los inversores cobran el cupón. Ocurre con ellos lo contrario que con los dividendos, que se pagan a los accionistas una vez que el banco ha dado cuenta a Hacienda de sus obligaciones tributarias.

La idea del Gobierno en relación con los CoCos es establecer una doble imposición similar a la de los dividendos. Es decir, que el cupón salga del beneficio después de impuestos del banco.

El Ejecutivo socialista calcula que esta última medida conlleve una recaudación de unos 250 millones de euros, una cuarta parte del objetivo de ingresos que el PSOE calculó que podría alcanzar con un impuesto a la banca.

EXCLUSIÓN FINANCIERA

En estos primeros contactos, la banca está poniendo sobre la mesa el impacto que podría tener sobre el sector un nuevo gravamen. Más teniendo en cuenta los esfuerzos que se le requieren a la hora de mantener su presencia en pequeñas poblaciones para evitar la exclusión financiera.

Precisamente, la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, manifestó el martes en el Congreso que su impresión “no es que en España haya poca prestación de servicios bancarios”. “La capilaridad de oficinas ha sido enorme”, señaló, destacando que a esto se une la banca por internet.

El Gobierno de Sánchez confirmó la pasada semana que crearía este impuesto a la banca, así como otros gravámenes a las tecnológicas, e impondrá un tipo mínimo del 15% en el Impuesto de Sociedades, a partir del cual no se podrán aplicar deducciones.

Pese a las advertencias de la banca de que un nuevo impuesto sería “injusto” y pondría en jaque la solvencia del sector y la rentabilidad de las entidades o bien encarecería el crédito, el Gobierno confía en que el sector sea “comprensivo” y “solidario”.

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