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Italia ha sorprendido a propios y extraños con su última propuesta para acabar con el fraude fiscal. El Gobierno de coalición formado por el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Demócrata ha decidido impulsar una 'lotería de recibos' con la que quiere favorecer el comercio con facturas y acabar con los trabajos en negro. ¿Cómo funciona y cómo se puede ganar?

La idea del Ejecutivo italiano es lanzar una lotería nacional semanal, cuyo premio en efectivo estará libre de impuestos, en la que el número premiado se extraerá entre todos los códigos asociados a los recibos emitidos por los comerciantes. Según se explica en el proyecto de Presupuestos para 2020, se trata de una forma de reducir las actividades de la economía sumergida y el trabajo no declarado para aumentar los ingresos del Estado sin aplicar nuevos impuestos.

Y, como contrapartida, se premia a quienes contribuyan a ello pagando con tarjeta, en cajeros o con cualquier otro instrumento rastreable. El Gobierno pretende concienciar a los italianos para que exijan a los minoristas o proveedores una factura que justifique el servicio y que suponga, por tanto, que esas actividades quedarán debidamente registradas y que se va a pagar impuestos por ellas.

Según el nuevo viceministro de Economía, Antonio Misiani, la evasión fiscal "es un problema importante porque cada año cuesta 110.000 millones de euros al Estado". Por eso, ha defendido seguir esta senda e impulsar una serie de medidas que incluyan "incentivos para el uso de tarjetas", ya que esa puede ser la manera más rápida de "recuperar una cantidad significativa y crucial de recursos para financiar los importantísimos compromisos que le esperan al país" el año que viene. Sobre todo, ahora que el Gobierno ha decidido eliminar la subida del IVA que iba a entrar en vigor en enero, y que iba a reportar a las arcas públicas unos 23.100 millones de euros.

Poco más se explica en los Presupuestos sobre esta 'lotería de recibos', que no es una idea original, ni mucho menos. Todo lo contrario, porque los italianos se la han copiado a países europeos como Portugal, Eslovaquia y Malta, y a otros como Puerto Rico o Brasil. Uno de los casos más recientes es el de Portugal, que en 2014, y plena campaña de austeridad, decidió lanzar la Factura da Sorte (Factura de la Suerte), una lotería que repartía premios en efectivo y también sorteaba coches nuevos para alentar a los consumidores a solicitar recibos o facturas oficiales de todos los bienes y servicios por los que habían pagado. Por cada factura se recibían una serie de cupones (dependiendo del montante del recibo) con un código que es el que podía resultar premiado.

OTROS INCENTIVOS

No obstante, esta lotería no es el único incentivo que se ha sacado de la manga el Gobierno italiano para luchar contra el fraude. Su intención es la de reducir el uso del dinero en efectivo al máximo, por lo que ha impulsado otras medidas como el 'cashback', que consiste en devolver parte del IVA (se ingresará en la cuenta) a los consumidores siempre que los pagos se hagan con tarjeta o en cajeros automáticos.

Asimismo, Italia ha planteado la posibilidad de que los contribuyentes puedan aplicarse una serie de deducciones siempre que usen medios de pago electrónicos, para evitar transacciones ilegales sin factura. Es decir, que para que puedan seguir recibiendo bonificaciones y descuentos fiscales por alquiler, por gastos médicos o por gastos educativos, por ejemplo, será necesario que usen métodos rastreables.

Y no solo los consumidores serán los que se vean beneficiados si ayudan a acabar con la economía sumergida. El Gobierno italiano también ha planteado la posibilidad de una exención de comisiones en el punto de venta, de forma que los comerciantes que usen métodos rastreables podrán ahorrarse comisiones hasta un límite máximo que podría fijarse en torno a 30 euros, según recogen algunos medios italianos.

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