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Boris JohnsonAlberto Sánchez

La inflación en el Reino Unido se ha situado en febrero en el 6,2% anual, su nivel más alto desde marzo de 1992, ya que el aumento del coste de los alimentos y la energía sigue agravando la crisis del coste de la vida en el país.

El índice de precios al consumo de febrero superó las expectativas del mercado, que esperaban una cifra anual del 5,9%, y superó ampliamente el máximo de 30 años alcanzado en enero (5,5%).

En términos mensuales, la inflación del IPC fue del 0,8%, superando las expectativas de un aumento del 0,6%.

El Banco de Inglaterra ha subido los tipos de interés en tres reuniones consecutivas de política monetaria, con el fin de contener la inflación desbocada sin frenar el crecimiento económico.

La semana pasada, el Comité de Política Monetaria adoptó un tono más moderado de lo esperado por el mercado, destacando la reducción de los ingresos de los hogares en medio de una fuerte subida de los precios de las materias primas tras la invasión de Rusia en Ucrania.

"La inflación del IPC dio otro gran paso en febrero hacia el máximo del 8,5% que esperamos en abril", comentan los expertos de Pantheon Macroeconomics. Mientras que la inflación de los precios de la energía se redujo al 22,7%, desde el 23,2% de enero -los precios de los carburantes subieron mucho hace un año-, la inflación del IPC de los alimentos aumentó al 5,1%, desde el 4,3%, ya que los supermercados trasladaron a los consumidores una mayor parte del reciente aumento de los precios de producción.

La inflación subyacente del IPC de bienes aumentó al 7,4%, desde el 5,8%, por razones similares. Fue alta en febrero en parte porque los minoristas no esenciales todavía no pudieron abrir sus tiendas hace un año, por lo que no subieron los precios tanto como es normal. No obstante, la subida del 1,4% intermensual del IPC de bienes subyacente del mes pasado superó la subida media del 1,0% de febrero en la década de 2010, lo que demuestra que los precios también tienen un impulso a corto plazo. La inflación de los servicios, por su parte, subió al 3,5%, desde el 3,2% de enero, aunque parte del exceso sobre su tasa media del 3,0% en la década de 2010 es atribuible a la subida del tipo de IVA que pagan las empresas de hostelería y turismo en octubre. "La inflación generada internamente está solo ligeramente por encima de la tasa que suele ser consistente con que la tasa general alcance el objetivo del 2%", indican estos analistas.

"De cara al futuro, la inflación del IPC parece que aumentará hasta el 6,5% en marzo, impulsada principalmente por el reciente aumento de los precios de los carburantes, y luego hasta el 8,5% en abril, cuando los hogares se vean afectados por el aumento del 54% del límite de los precios de la energía", insisten desde Pantheon Macroeconomics. "A partir de entonces, esperamos que la tasa de inflación general del IPC se calme en los meses siguientes, y que se reduzca hasta alrededor del 7% en agosto", concluyen.

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