González-Páramo: "No hay vuelta atrás hacia los modelos tradicionales de banca"

"No hay ninguna posibilidad de que volvamos a los buenos viejos tiempos de la banca analógica"

Lo ha lanzado José Manuel González-Páramo, miembro del Consejo de Administración de BBVA y responsable de economía, regulación y relaciones institucionales del banco, en el 13 Encuentro del Sector Bancario organizado por el IESE, en colaboración con EY. Durante su intervención, el exmiembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) ha dejado claro que, desde su punto de vista, el futuro de la banca será "disruptivo" o no será. "No hay vuelta atrás hacia los modelos tradicionales de banca, porque nos ha cambiado todo. Los clientes, la competencia real y potencial... Todo", ha subrayado.

"No hay ninguna posibilidad de que volvamos a los buenos viejos tiempos de la banca analógica", ha insistido para referirse a la cuarta revolución industrial que el mundo está viviendo, que "es imparable", y que atañe a las entidades financieras por las posibilidades que incorporan el tratamiento de los datos, la inteligencia artificial o el Internet de las cosas.

El reto, claro está, reside en admitir esta revolución y descifrar el modo de aprovecharla. Para ello, ha expuesto la necesidad de definir "entidades diferentes a las actuales, altamente competitivas, que incorporen realmente la tecnología y no se limiten a contar con una aplicación, que sitúen al cliente en el centro del negocio, que vayan más allá de ofrecer servicios de pago o préstamo, que sean proveedores universales de servicios". Es decir, modificaciones que retengan lo más importante para el negocio bancario: la confianza del cliente. "Hoy, los bancos custodian dinero y órdenes, pero sobre todo el dato; la clave es retener la confianza cliente", ha afirmado González-Páramo.

Hacerlo requiere, desde su punto de vista, "contar con una visión estratégica que permita conocer cuáles son tus competidores y acometer el cambio cultural" preciso para esa nueva orientación. Y, por supuesto, también dependerá de la regulación y los supervisores. "La regulación es necesaria", ha admitido, pero matizando que "marcará el desarrollo tecnológico" si impide a las entidades aprovechar todo el potencial que ofrece la tecnología.

En este sentido, ha pedido a los reguladores y los supervisores que entiendan el mundo actual. "El peor de los mundos sería uno en que el supervisor no entienda el mundo actual y se convierta en supervisor conservador", ha advertido. Y ha solicitado que los reguladores presten más atención al "riesgo tecnológico de la banca" -"un fallo en este terreno puede ser el fin de una entidad y eso tiene implicaciones para la estabilidad del sistema"-, para lo cual ha reiterado la necesidad de que comprendan las nuevas tecnologías y su aplicación al mundo bancario.