Goldman Sachs ha emitido un informe en el que recorta su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de China en 2022, pasando de un 4,8% al 4,3% por las continuas restricciones impuestas por las autoridades que tienen por objetivo minimizar el impacto del coronavirus.
“A la luz de los últimos desarrollos de Covid, en particular, el nivel promedio más alto de restricción (y, por lo tanto, el costo económico) para contener la variante Ómicron más infecciosa, estamos revisando a la baja nuestro pronóstico de crecimiento para 2022", dice la entidad en el informe que recoge 'CNBC'.
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El problema, según estos analistas, no son tanto las exportaciones como el consumo interior, que puede verse más afectado debido a la política estricta del Gobierno contra la pandemia. De hecho, no son pocos los que esperan que las medidas que buscan los cero contagios se extiendan hasta otoño de este año.
"Contener la situación interna de Covid-19 sigue siendo la máxima prioridad para los funcionarios locales", dice Goldman Sachs.
China ya ha visto como esta política contra la pandemia le ha pasado factura. Solo hay que ver el comportamiento de su economía en el primer semestre de 2020, cuando se reportaban los primeros casos de coronavirus. La segunda mitad de ese año, ya sin tantas limitaciones, su PIB se expandió.
Ahora el país pasa por un momento en el que se registran una baja cantidad de casos mientras siguen aumentando las restricciones a los viajes.
La previsión del 4,3% de Goldman Sachs se queda lejos del objetivo del 5% de Beijing, por lo que desde el banco creen que el Gobierno tiene dos opciones: o realizar un programa de estímulos para impulsarlo o descartar el objetivo.
