El Índice de Precios al Consumo (IPC) en Alemania avanzó un 2,1% en junio en comparación con el sexto mes de 2017, una décima por debajo de la cifra de mayo. En términos intermensuales, el índice aumentó un 0,1%. La inflación volvió a superar el 2% en el país germano gracias al impuso de la factura de la luz, las calefacciones y los carburantes, según publica este jueves la Oficina Federal de Estadística (Destatis) y que confirma las previsiones del 28 de junio.
El componente energético del índice general se encareció un 6,4% en términos interanuales (5,1% en mayo). En concreto, la factura de las calefacciones se encareció un espectacular 30,3% fruto de su bajo coste en los meses anteriores, mientras que los carburantes subieron un 11,3%. Tan solo el gas experimentó una rebaja (-1,6%). Excluyendo el efecto de la energía, el IPC se habría situado en el 1,6%.
La lista de la compra también se encareció más de lo normal (+3,4%) desde junio de 2017 pese a situarse por encima del 3% por tercer mes consecutivo . Grasas y mantequillas fueron un 14,4% más caras, así como la fruta (+7,2%), lácteos y huevos (+4,8%) también contribuyeron a la expansión del índice. Excluyendo los alimentos y la energía del cálculo, el IPC general se habría situado en el 1,4% durante el sexto mes del año.
