La confianza de los inversores alemanes en el futuro de su economía siguió retrocediendo en julio. En concreto, la puntuación del índice ZEW retrocedió 8,6 puntos durante el séptimo mes del año hasta los -24,7 puntos para mantenerse en terreno negativo por segundo mes consecutivo. Un escenario que no se contemplaba desde hace más de seis años.
Del mismo modo, el sentir del mercado germano hacia la situación actual fue más pesimista y descendió 8,2 puntos hasta liberar este indicador en los 72,4 puntos. Una incertidumbre que los expertos del Centro para la Investigación Económica Europea (ZEW) atribuyen a la inestabilidad política que presenta la región y al conflicto comercial que se desarrolla a ambas orillas del Atlántico. "El buen comportamiento reciente de la industria se ha ennegrecido por los efectos negativos del comercio exterior", apunta el profesor y presidente del ZEW, Achim Wambach.
La opinión de los encuestados sobre el devenir de la Eurozona tampoco mejoró en julio con un retroceso de la puntuación para el bloque común de 6,1 puntos hasta los -18,7. El indicador de confianza actual cayó en 3,7 puntos hasta los 36,2. Como resultado, las perspectivas económicas tanto para la zona euro como para Alemania han empeorado notablemente durante los últimos seis meses.
