- El banco central matizó los comentarios de Nowotny y señaló que no representan al supervisor monetario
- La causa de la falta de empuje en la moneda de EEUU hay que buscarla en las tensiones geopolíticas que llegan desde el conflicto en Siria
El apetito por el riesgo de los operadores se ha traducido en compras en el euro y la libra esterlina frente al dólar en las últimas horas. Ambas divisas mantienen prácticamente todas sus ganancias del martes, lo que ubica a la moneda comunitaria cerca de sus máximos de dos semanas en los 1,2370 dólares, una situación que se repite en la divisa británica, que acaricia los 1,4200 dólares.
En cuanto al ‘billete verde’, ha perdido empuje, a pesar de que el último intercambio entre China y EEUU apunta a una tregua en la guerra comercial, y planea cerca de un mínimo de dos semanas. Frente al yen, también ha cedido terreno y rebasa marginalmente los 107 dólares. La causa de la falta de brío en la moneda de EEUU hay que buscarla en las tensiones geopolíticas que llegan desde el conflicto en Siria, apuntan analistas de Rabobank. “Que Trump haya cancelado su presencia en la Cumbre de las Américas este fin de semana, unido a a actividad del ejército de EEUU en la zona, hacen pensar que se producirá un ataque”, agregan.
Señalan también que la crisis en Siria sustituirá a las recientes hostilidades entre Donald Trump y Xi Jinping en materia de comercio exterior. Con todo, permanecerán en el radar de los inversores ya que las negociaciones entre ambos países se desarrollarán en los próximos días. Por ahora, la actualidad aún pasa por el hacha de guerra que ha enterrado el presidente chino al señalar las intenciones de China de “abrir” su economía al mundo y de reducir los aranceles.
EL BCE SIGUE DANDO ALAS AL EURO
Así las cosas, los comentarios que llegan del Banco Central Europeo (BCE), por parte de varios de sus miembros que han vestido alas de halcón, mantienen al euro por encima de los 1,2360 dólares. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi y tres de sus colegas más veteranos señalaron el lunes que, si bien la inflación sigue siendo demasiado baja y una disputa comercial global plantea una nueva amenaza, el repunte económico de la región sigue siendo sólido.
Los comentarios llegan un poco más de dos semanas antes de que el Consejo de Gobierno del banco central se reúna para discutir cómo y cuándo podría terminar su programa de compra de bonos.
"Esperamos que el ritmo de la expansión económica se mantenga fuerte en 2018", dijo Draghi en el informe anual de la institución, mientras que el economista jefe, Peter Praet, añadió que no ve motivos para cambiar la perspectiva económica del BCE. El vicepresidente, Vitor Constancio, al presentar el informe al Parlamento Europeo, indicó que las presiones sobre los precios aumentarán gradualmente y que deben permanecer prudentes para no "descarrilar" esos acontecimientos.
Este martes fue Edwald Nowothny quien se unió al resto de miembros de la junta de dirección del banco central y ayudó a que la divisa europea alcanzara precios no vistos desde el 28 de marzo. Indicó que las compras de bonos del supervisor pueden acabar en 2018 y los operadores no dudaron en elevar el euro. No obstante, la divisa comunitaria cedió posiciones cuando un portavoz del BCE matizó sus palabras y señalo que estas declaraciones no reflejan la postura de la entidad.
Los expertos de Danske Bank llaman a estar alerta a la publicación de las actas del BCE y de la Reserva Federal (Fed) para obtener una guía más clara. En el radar de los inversores también se ubicará el dato de la inflación de EEUU.
