• La inversión ayudará al estudio y desarrollo de prácticas militares, y un mayor control de las fronteras
  • Su propuesta ha recibido el apoyo unánime de los Estados miembro
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La Unión Europea (UE) gastará el triple en defensa, y lo hará para completar la acción de los Estados miembro. El pasado miércoles, la Comisión Europea presentaba su proyecto de presupuestos 'post-Brexit', y en él, una nueva rúbrica dedicada a defensa destinará un total de 27.500 millones de euros a la seguridad, defensa y mecanismos de respuesta del bloque europeo. Además, los controles de inmigración, y el control de aduanas y fronteras recibirán 34.900 millones adicionales. Ambas partidas apenas sumaban 18.000 millones de euros en los anteriores presupuestos.

Los nuevos presupuestos entrarán en vigor en 2021

En concreto, la Comisión ha explicado cómo las tensiones geopolíticas recientes en Oriente Medio y en la frontera este con Ucrania y Rusia han precipitado la inclusión de tal inversión en los nuevos presupuestos de la UE, que entrarán en vigor en 2021 hasta 2027. La reglamentación no permite que la futura Unión de los 27 encabece ninguna acción militar independiente, sin embargo, el organismo que preside Jean-Claude Juncker opina que tal gasto ayudará a la innovación y desarrollo de prácticas militares que completen la acción particular de cada Estado. Así, la eficiencia del gasto será compensada comúnmente a través de un proyecto colectivo, que según fuentes de la Comisión, ha recibido el apoyo unánime de todos los países que integran el bloque.

Particularmente, 13.000 millones de euros de los 27.500 que la Comisión ha provisionado, irían dirigidos a un Fondo de Defensa Europeo a lo largo de los siete años que estos presupuestos contemplan, con un 31,5% del gasto condensado en la investigación de nuevas prácticas militares y el resto dedicado a su desarrollo. Asimismo, el organismo ha animado a Europa a continuar con su plan de infraestructuras que permita una mejor movilización militar en caso de conflicto, para el que propondrá un presupuesto de 6.500 millones. El resto irá dirigido a mecanismos de seguridad interna, el refuerzo de cuerpos como la Oficina Europea de Policía (Europol) y el desmantelamiento seguro de actividades nucleares en Lituania, Bulgaria y Eslovaquia.

Del mismo modo, los presupuestos comunes destinarán 34.900 millones de euros en reforzar las fronteras exteriores de la UE, mejorar los sistemas que brindan asilo a los refugiados y en programas de integración de inmigrantes. Una situación que es esencial para asegurar el libre movimiento de personas y mercancías, y uno de los desafíos principales de la Unión de los 27, reza el informe de la Comisión. Y lo hará mediante una mayor inversión en el Fondo de Asilo y Migración (AMIF), y en la Guardia Europea de Fronteras y Costas (Frontex), cuerpo que contará con 10.000 agentes fronterizos a final de 2027, según la intención del brazo ejecutivo de la UE.

UNOS PRESUPUESTOS CRITICADOS

Tras el anuncio de las intenciones de la Comisión, varios han sido los miembros del club que se han quejado. Los recortes en subsidios a la agricultura y el mayor volumen de gasto han sido los principales puntos de desencuentro. Concretamente, el organismo ha presentado un desembolso global del 1,11% del Producto Interior Bruto (PIB) común del bloque, frente al 1% que se dedicará entre 2014 y 2020.

La Comisión Europea "no puede pedir a los contribuyentes que paguen el Brexit", Lars Lokke

Una UE más pequeña tras la salida de Reino Unido debería significar unos más reducidos presupuestos. Esto es lo que defienden las Administraciones de Holanda, Dinamarca y Austria. La Comisión Europea "no puede pedir a los contribuyentes que paguen el Brexit", afirmaba tras el anuncio el primer ministro danés, Lars Lokke. Sin embargo, fuentes cercanas a la Comisión confirmaron a este medio que esperaban reproches, algo que ha ocurrido en varias ocasiones a lo largo de pasados presupuestos y que en ningún caso fueron un impedimento para negociar. Así pues, el organismo que lidera Juncker es optimista, con una gran parte de los recursos orientados a la innovación, a la investigación y la educación. Tres de los estandartes que defienden estos países de perfil más austero.

Y luego está Francia. El Ministerio de Agricultura francés apuntó directamente a la intención de Bruselas de reducir la asignación de fondos sobre el programa agrícola común y advirtió de que "no aceptará ningún recorte en la renta directa de sus agricultores", en un "riesgo sin precedentes" para un sector altamente subsidiado y tradicionalmente defendido por el poder político del país en las negociaciones comunes. La Comisión no se ha pronunciado más allá de la publicación del dato y hará efectivas las decisiones de sus comisarios el próximo día 29 de mayo.

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