ep archivo - economia- la brecha salarial de genero retrocede a niveles de 2013 por los efectos de
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Si la brecha salarial ya era un problema evidente, la crisis provocada por la pandemia del Covid-19 no ha hecho más que agravarla: los expertos apuntan a un retroceso de hasta 8 años. Las mujeres ganan ya unos 4.900 euros al año menos que los hombre, una cifra que se dispara por encima de los 6.000 euros en algunas CCAA como Andalucía y Madrid. Este 22 de febrero se celebra el Día Europeo por la Igualdad Salarial.

Aunque la brecha salarial es fruto de múltiples factores y de un sistema que reproduce y mantiene las desigualdades, la pandemia ha puesto de manifiesto que son todavía ellas las que asumen la mayoría de las cargas familiares, así como la importancia de la conciliación. Uno de los puntos más llamativos tienen que ver con la reincorporación al trabajo tras el estado de alarma, pues son ellas las que continúan asumiendo el cuidado de los niños y mayores, explican desde el comparador Acierto.com.

Por desgracia, no se trata de algo único de la pandemia, sino de una situación que, a pesar del marco normativo y de los logros obtenidos, sigue vigente. En concreto, dedican casi un 38% más de horas al cuidado y educación de familiares. Además, casi el 92% de las personas que solicitaron excedencias para cuidar a sus hijos en el tercer trimestre de 2020 fueron mujeres.

MENOS DE 1.250 EUROS

Sin embargo, trabajar menos horas no siempre está ligado al cuidado de los familiares, sino a que a las mujeres también les cuesta más encontrar trabajos a jornada completa (el 53% de los casos). El 74% de los contratos a tiempo parcial, de hecho, pertenecen a mujeres. Y no se trata de algo voluntario. Tampoco podemos dejar de comentar que más de una de cada tres mujeres cobran menos de 1.250 euros al mes.

Además, la brecha salarial crece a medida que se incrementa la edad. Es decir, las diferencias son más notables a partir de los 50 años, cuando crece la brecha por encima del 20%. Y lo mismo ocurre con la maternidad, que dispara las diferencias. Asimismo, se da en todos los niveles educativos, algo que llama poderosamente la atención teniendo en cuenta que el 52% de los trabajadores con educación superior son mujeres. Paradójicamente, el 67% de los puestos directivos y gerentes están ocupados por hombres. Ellas tardan hasta 5 años más que ellos en conseguirlo.

La brecha también es notable en el ámbito del emprendimiento: antes del estado de alarma eran ellas las que lideraban el crecimiento de autónomos en España. Una situación que, fruto de los factores analizados, se ha frenado y unas cifras que resultan llamativas si tenemos en cuenta que ellas son más reacias que ellos a emprender: el 45,8% de los hombres considera que hay oportunidades para hacerlo, frente al 39,2% de mujeres. Además, el 41% de las que emprenden lo hacen buscando alternativas al mercado laboral y en muchos casos la búsqueda de la conciliación y flexibilidad tienen mucho que ver.

Hay que tener en cuenta que ellas confían menos que ellos en sus habilidades para conseguirlo con éxito. ¿El resultado? Que, a pesar de que las mujeres representan el 51% de la población, solo 1 de cada 5 empresas emergentes en nuestro país están encabezados por una de ellas. El perfil tipo de emprendedor (general) en España es, de hecho, el de un hombre (81%) con estudios universitarios técnicos y que ronda los 35 años.

Aquí también entra en juego otro factor: que las mujeres se muestran más precavidas que los hombres. El 73% considera la estabilidad financiera como algo fundamental y hasta el 57% cree necesario tener conocimientos financieros o empresariales. El asesoramiento es otro punto recomendable. Curiosamente, en la práctica siete de cada diez hombres acuden a servicios de apoyo al emprendimiento, mientras que solo el 30% de ellas lo hacen.

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