ep edificio de viviendas en oviedo en una foto de archivo
EUROPA PRESS

La compraventa de viviendas sigue al alza y en el noveno mes del año se registran 57.333 operaciones, lo que supone un aumento del 6,9% en tasa interanual y su mejor septiembre desde 2007, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con esto, la compraventa de viviendas encadena 19 meses consecutivos de tasas positivas.

El 92,4% de las viviendas transmitidas por compraventa en septiembre son libres y el 7,6% protegidas. En términos anuales, el número de viviendas libres transmitidas por compraventa aumenta un 7,4% y el de protegidas un 1,4%.

El 17,5% de las viviendas transmitidas por compraventa en septiembre son nuevas y el 82,5% usadas. El número de operaciones sobre viviendas nuevas baja un 7,8% respecto a septiembre de 2021, mientras que el de usadas sube un 10,7%.

El número de compraventas de viviendas realizadas entre personas físicas en el mes de septiembre es de 40.148, lo que supone un 1,8% más que en el mismo mes de 2021.

Por CCAA, las que registran un mayor número de transmisiones son Comunitat Valenciana (226), Andalucía (170) y Región de Murcia (169).

Las que presentan los mayores incrementos anuales en el número de compraventas de viviendas en septiembre son Canarias (35,5%), Extremadura (27,2%) y Aragón (18,4%). Por su parte, el numero de compraventas baja en Comunidad Foral de Navarra (–21,9%), Comunidad de Madrid (–4,8%) y Andalucía (–2,2%).

En los nueve primeros meses del año, la compraventa de viviendas ha crecido un 18,3%. En el caso de las viviendas de segunda mano, el aumento es del 21,3%, mientras que en las viviendas nuevas es del 6,6%.

2022, EL NUEVO AÑO DORADO

Tras el boom vivido en 2007, este año "está a punto de convertirse en el nuevo año dorado, superando las cifras de un ejercicio clave como ha sido 2021. Todo ello, a pesar del cambio en la política monetaria, por lo que se constata así, que el boom del sector inmobiliario todavía continúa", comenta la directora de Estudios de Fotocasa, María Matos.

Destaca también que la vivienda de obra nueva "está viviendo un auge sin precedentes desde el estallido de la pandemia. Sin embargo, podemos encontrarnos con una grave problemática de subida de precios si la demanda continúa tan latente. No solo por la inflación desbocada, que afecta al coste de los materiales, a la producción y logística, que ha ocasionado la ralentización y paralización de algunas promociones, sino a la demanda de compra tan fuerte y solvente frente a los niveles productivos tan escasos de la vivienda a estrenar".

No obstante, cree que "debemos tener en cuenta que las compras cerradas en septiembre todavía no se enfrentaban a tipos hipotecarios de agosto, porque son operaciones que llevan un tiempo estimado de entre 60 y 90 días, entre la firma de arras y la concesión de la hipoteca, por lo que es probable que la primera subida de tipos ejecutada en julio aún no tuviese un efecto ralentizador, ya que son operaciones que ya se habían iniciado previamente".

"Esta cifra tan alta de septiembre corresponde a un aceleramiento por parte de los ciudadanos, que se han apresurado a comprar para intentar sortear el endurecimiento de las condiciones crediticias. También, hay que tener en cuenta que la inflación desbocada que estamos viviendo poco a poco va a empezar a hacer mella en el bolsillo de los hogares y la capacidad de ahorro se va a ver mermada por los grandes incrementos no solo de la energía y carburantes, sino también de la cesta de la compra. Esto puede hacer que a la larga los españoles no puedan ahorrar tanto para la compra de vivienda y que por lo tanto se frene la compraventa de inmuebles", concluye.

Por su parte, el portavoz de idealista, Francisco Iñareta, señala que, "aunque la estadística oficial va con cierto decalaje, ya que se refiere en su mayoría a las operaciones firmadas en agosto y principios de septiembre y apenas refleja la subida de tipos de ese mes, los datos muestran que el enfriamiento de las compraventas es una realidad, con un incremento interanual de un solo dígito pero sin movimientos entre meses".

"Aún así, en ningún caso podríamos hablar de batacazo para el sector. Se trata, más bien, de una sana ralentización de las operaciones y una señal de que el ciclo podría haber tocado techo. Habrá que esperar hasta la próxima estadística, referente al mes de octubre, para comprobar el alcance real del encarecimiento de la financiación, que previsiblemente tendrá un impacto más relevante que el registrado hasta el momento", afirma.

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