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Joachim Nagel, presidente del banco central germano (Bundesbank)Alberto Sánchez

El Bundesbank, el banco central alemán, tiene muchas dudas sobre el devenir de la economía germana y así lo ha puesto de manifiesto este viernes, en su actualización de previsiones de cara a los próximos años. En concreto, ha recortado drásticamente sus estimaciones sobre el Producto Interior Bruto (PIB) respecto a las presentadas el pasado mes de junio.

En primer lugar, el organismo que preside Joachim Nagel ha modificado su previsión para 2023. Mientras que en junio vaticinaba una contracción del PIB del 0,3% en el año, ahora cree que será algo menor, del 0,1%. Sin embargo, la gran 'estocada' ha llegado respecto a las proyecciones de 2024.

Y es que el Bundesbank ha pasado de esperar un crecimiento del 1,2% a rebajarlo hasta el 0,4%. Para 2025 el cambio ha sido algo más ligero, ya que ahora estima un PIB del 1,2% frente al 1,3% anterior. "En comparación con las previsiones de junio para Alemania, los expertos del Bundesbank han reducido significativamente su proyección de la tasa de crecimiento del PIB para 2024 y ligeramente para 2025", comenta el propio organismo.

"La economía alemana se recuperará en los próximos años", pero esta recuperación económica "está sujeta a algún retraso", dice. En la actualidad, cree que "la débil demanda extranjera es el principal obstáculo para la industria", y a esto se suma que el consumo privado "sigue siendo limitado" y los mayores costes de financiación "están frenando la inversión".

Pero según el Bundesbank "el panorama pronto se aclarará". Así, estima que "a partir de principios de 2024 es probable que la economía alemana retome una senda de expansión y gane velocidad gradualmente", según ha dicho Nagel.

Sobre la inflación, el organismo la ha revisado "notablemente a la baja para 2024 y ligeramente para 2025". En lo que respecta a la tasa armonizada, que es la que emplea Eurostat en sus estadísticas, cree que cerrará este año en el 6,1% (frente a su estimación del 6% anterior). Y estima que seguirá reduciéndose, de forma que en 2024 la sitúa en el 2,7% y en 2025, en el 2,5%. Antes esperaba una inflación del 3,1% y 2,7%, respectivamente.

"La inflación de los precios de la energía disminuirá drásticamente y la inflación de los precios de los alimentos también disminuirá considerablemente", afirma el Bundesbank, que recuerda que ya este año la inflación subyacente (que excluye la energía y los alimentos) alcanzará un máximo del 5,1%. El año que viene "caerá considerablemente" hasta el 3%. Entonces, dice, "los cuellos de botella en el suministro ya no serán un problema tan importante y los márgenes de beneficio se normalizarán". Así, la inflación subyacente se situará en el 2,6% en 2025.

"El endurecimiento de la política monetaria está dando cada vez más resultados", ha dicho Nagel. Al final del horizonte de proyección –en 2026– la tasa de inflación general bajará al 2,2%, mientras que la subyacente será del 2,3%, con lo que seguirá siendo superior a su media a largo plazo.

Según el presidente del Bundesbank, la inflación en Alemania está disminuyendo, pero "aún es demasiado pronto para dar la señal de que todo está claro".

DÉFICIT Y DEUDA

Por otro lado, el banco central alemán ha actualizado sus proyecciones sobre el déficit y la deuda. Según los expertos del Bundesbank, las finanzas públicas se beneficiarán de medidas de apoyo temporales que expirarán gradualmente. Este año y el próximo, "esto tendrá un impacto mayor que el aumento del gasto en asuntos como defensa y pensiones", dice.

Así, el ratio de déficit caerá al 2% en 2023 e incluso más, hasta el 1,3%, en 2024. Y estima que se mantendrá sin cambios en los años siguientes. Y el ratio de endeudamiento caerá hasta algo por encima del 60% a finales de 2026.

En cualquier caso, reconoce que "existen riesgos para el pronóstico debido, en particular, a conflictos geopolíticos".

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