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El presidente de la Fed, Jerome Powell.NABE - Archivo

Los bancos centrales siguen marcando el destino de los mercados globales, aunque sus últimas decisiones parecen adelantar que "el final del ciclo de subidas está cerca", como destacan los analistas de J. Safra Sarasin Sustainable AM, quienes además estudian el efecto de estos ciclos en las bolsas y recuerdan que "los ocho últimos ciclos de subidas fueron seguidos de una notable resistencia de la renta variable estadounidense, con ganancias medias del 4,3% en los seis meses siguientes y del 10% en los doce meses contiguos".

"Sin embargo, estos datos ocultan diferencias considerables entre los ciclos y, en varios casos, no logran captar el impacto real de las subidas de la Fed, ya que su impacto, a menudo, sólo se siente con largos desfases. Lo que importa más que las propias subidas de la Fed es si se produce o no una recesión. En este sentido, sólo el ciclo de subidas de 1995 fue seguido de ganancias sostenidas del mercado de renta variable. En todos los demás episodios, el mercado tocó mínimos tras el ciclo de subidas antes de entrar en una fase alcista más sostenida", matizan.

En general, consideran que "cada ciclo de subidas fue diferente y los mercados entraron en las fases finales del ciclo en condiciones muy distintas". En cinco de los últimos ocho ciclos de endurecimiento monetario, se registraron subidas de la renta variable, si bien "en los doce meses siguientes, el panorama no cambia mucho".

"Las ganancias medias de los precios se elevan al 10% y los mismos tres ciclos de subidas que en seis meses arrojaron rendimientos negativos (1974, 1981, 2000) lo hacen en doce meses. Sin embargo, dado que los rendimientos semestrales oscilan entre el -22% (1974) y el +19% (1995), no puede extraerse ninguna conclusión definitiva del comportamiento del mercado antes de la última subida", aseguran.

Mientras que la renta variable estadounidense retrocedió bruscamente al final del ciclo de 1974 (a lo que siguió una mayor debilidad tras la última subida), explican, "el mínimo del mercado de renta variable en 2018 coincidió con el final del ciclo de subidas".

Además, "observar la evolución hasta doce meses puede no captar todo el impacto de las subidas de tipos en el ciclo y en el mercado", ya que "en 2006/07, por ejemplo, al final del ciclo de subidas le siguió un prolongado periodo de estabilidad económica antes de que el pleno impacto de las subidas de tipos hiciera caer el mercado inmobiliario y la economía estadounidenses y desencadenara una venta del 57% de la renta variable estadounidense (la última subida se produjo en junio de 2006 y el mercado alcanzó su máximo en octubre de 2007)".

LA RECESIÓN, FACTOR CLAVE

La razón subyacente de esta discrepancia, añaden, es la diferencia entre la última subida de la Reserva Federal y el comienzo de la recesión, ya que en 1974, "la Reserva Federal subió los tipos en plena recesión y en 1981 la última subida se produjo justo cuando comenzó la recesión". En 1989, "la recesión comenzó más de un año después de la última subida, mientras que los tipos se mantuvieron en su nivel máximo durante más de seis y doce meses en 2000 y 2006, respectivamente, antes de que la Fed comenzara a recortarlos".

"Los dos ciclos que destacan al alza son los de 1995 y 2018, en los que no sólo se han registrado las rentabilidades más elevadas en los seis y doce meses posteriores a la última subida, sino que también son los ciclos de subidas que no desembocaron en recesión. Podría decirse que en 2020 se produjo una recesión, pero fue desencadenada por el shock de la Covid-19 en lugar de ser un resultado directo de las subidas que finalizaron en 2018", destacan.

También se obtienen conclusiones diferentes "si se amplía la ventana de observación y se evalúan las caídas máximas del mercado desde la última subida de la Reserva Federal durante los tres años siguientes", ya que este periodo "no sólo recoge las ventas de la crisis financiera mundial, sino que, en todos los episodios de subidas, excepto en uno (1995), se produjeron retrocesos de las acciones antes de que se afianzara la recuperación".

"Por lo tanto, sigue habiendo muchas posibilidades de que se produzca una recesión (como ocurrió en respuesta a seis de los últimos ocho ciclos de subidas) y, las acciones retrocedan antes de que puedan recuperarse. Además, el mercado de renta variable de EEUU en 2023 ha registrado los seis meses más fuertes de la historia al entrar en la fase final de un ciclo de subidas de la Fed. Sólo una recesión muy tardía (como en 1989/90) o la ausencia total de recesión (como en 1995) indicarían que se avecinan nuevas ganancias sustanciales en los próximos seis y doce meses", prevén.

Atendiendo a las diferencias geográficas, "la renta variable estadounidense superó al resto de los principales mercados de renta variable (de media, en moneda local) una vez finalizados los últimos ocho ciclos de subidas". Japón obtuvo los peores resultados, mientras que la renta variable global "sufrió nominalmente las consecuencias del fortalecimiento del dólar estadounidense". La renta variable suiza registró el segundo mejor comportamiento después de la estadounidense, mientras que la renta variable de la UEM y de Reino Unido se situó en un punto intermedio.

Por sectores, "destaca el financiero", que fue seguido por los defensivos, "mientras que el extremo cíclico del universo sectorial fue normalmente a la zaga".

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