brexitbolsa

Los mercados financieros de Reino Unido siguen bailando al son del Brexit cuando el proceso por el que el país podrá fin a cuatro décadas de relación con la Unión Europea (UE) se adentra en su fase crucial. Por delante esperan varias semanas de negociaciones para la primera ministra, Theresa May, durante las que debe granjearse el apoyo del Parlamento a su preacuerdo con Bruselas. Y el aviso de los analistas se mantiene: estar alejado de los valores británicos y extremar la cautela en las empresas más expuestas a la región.

“Es demasiado pronto para volver a tomar posiciones en estas compañías”, avisan desde JP Morgan. Los sectores donde más riesgos observan los analistas del banco de inversión estadounidense son, por este orden, bancos, constructoras, inmobiliarias y minoristas. “Hay escasas posibilidades, ahora mismo, de que la premier obtenga el aval de la Cámara de los Comunes”, comentan. Además, “el rebote experimentado entre septiembre y octubre se ha desvanecido y esperamos más mínimos para estos valores antes de que toquen fondo”, señalan estos analistas.

En lugar de trasladar sus inversiones a activos seguros y quedarse al margen del FTSE después del referéndum, parece que los bajistas han estado esperando el momento adecuado para sacar su dinero de las acciones. Desde la celebración del referéndum, el comportamiento de la renta variable británica ha sido un 20% peor que el global, mientras que la libra ha caído un 14% frente al dólar. Con todo, los dividendos de Reino Unido están en máximos desde la crisis financiera, lo que, según algunos expertos, debería dar cierta seguridad a los inversores.

También apuntan los gestores de Schroeder que el mercado de acciones doméstico depende mucho más del panorama allende sus fronteras que de la propia economía del país. En este sentido, creen que los bancos internacionales o el sector energético podrían ser resistentes ante los vaivenes que genere la política durante las próximas semanas.

No obstante, desde JP Morgan subrayan que los valores de Reino Unido que desarrollan su actividad primordialmente en el país y los principales exportadores son extremadamente vulnerables a nuevas ventas. Y creen que se producirán especialmente si el desenlace apunta una resolución del tipo: “No acuerdo, desafío al liderazgo de Theresa May y nuevas elecciones, con el riesgo añadido de que haya un nuevo Gobierno laborista”. “Sólo compraremos este tipo de valores cuando se asegure que hay acuerdo”, indican.

Otras firmas resaltan las turbulencias de la sectorial bancaria y financiera, con especial hincapié en Lloyds, HSBC y UBS. El riesgo en torno a las condiciones para las empresas financieras es elevado, al igual que para el sector de la automoción, por el temor a que la falta de un marco comercial derive en una escasez de materiales. Por último, las aerolíneas como Ryanair o EasyJet se verían abocadas a una renegociación de cada país con Reino Unido sobre los términos del uso del espacio aéreo.

La extrema incertidumbre actual es "mala para la libra", que seguirá muy volátil en las próximas semanas y "positiva para los bonos"

EL IBEX 35, EL ÍNDICE MÁS EXPUESTO

A pesar de estas alertas, muchos analistas reconocen que las consecuencias de un 'Brexit duro' son difíciles de calcular, tanto dentro como fuera del país. En Europa, los mercados más expuestos al Reino Unido son Holanda, con un 6% de las ventas de las empresas locales provenientes de Reino Unido, Dinamarca, con el 8%, y España, donde las empresas del Ibex reciben hasta un 9% de sus ingresos de manos británicas.

Un informe de Barclays pone al selectivo español en el ojo del huracán de una salida caótica del bloque comunitario y cita valores como Sabadell, Santander, Telefónica o Ferrovial como los más expuestos. Recuerdan los analistas del banco inglés que después del referéndum, el Ibex 35 perdió un 12% y los mercados periféricos quedaron muy expuestos, por lo que aventuran un resultado similar, si no hay acuerdo.

ALCISTA PARA LOS BONOS, BAJISTA PARA LA LIBRA

En otros mercados, Ben Lord, gestor de M&G, cree que un acuerdo de Brexit más duro se traduciría en una depreciación de la libra, que algunas firmas pronostican de hasta un 15%, aunque inicialmente tocaría los 1,20 dólares. Además, este experto anticipa un repunte a corto plazo de los rendimientos del bono a 10 años y en un probable aumento de las previsiones de inflación como consecuencia de la debilidad de la libra. De hecho, Barclays prevé que los precios se disparen hasta el 3,5%.

En caso de que el Brexit no llegase finalmente a producirse, o cuando se materialice el Brexit pactado entre Bruselas y Londres, "la libra podría apreciarse hasta los niveles previos al referéndum y se produciría un desplome en los rendimientos de la renta fija que reflejaría el alivio de los inversores", prosigue el analista. "Unas elecciones generales y un posible gobierno laborista encabezado por Jeremy Corbyn implicarían el final de la austeridad, un drástico incremento de los rendimientos del bono y, también, el desplome de la libra", agrega.

"Estamos viendo también mayores diferenciales con los bonos de la periferia, lo que es claramente un efecto colateral del Brexit", asegura por su parte Lyn Graham-Taylor, analista de Rabobank. Y es así porque "los mercados están tratando de descontar un nivel de incertidumbre extremadamente alto", explican a su vez los analistas de Nomura. Un contexto "malo para la libra", que seguirá muy volátil en las próximas semanas y "positivo para los bonos", redondean desde este banco de inversión.

Noticias relacionadas

contador