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No recibir los pagos a tiempo puede suponer un problema para las empresas. Más, cuando señalan que dos de cada tres clientes no tiene ningún motivo justificado para retrasar sus pagos y que lo hace intencionadamente. Pese a esto, cada vez son más las empresas que no se protege de estos impagos y ya más de la mitad no aplica medidas contra las posibles deudas de sus clientes.

Al concretar las causas del retraso en el pago de los clientes a las empresas, el 21% afirma que lo hace "intencionadamente". Aunque es cierto que este porcentaje ha disminuido desde el 38% del año pasado y que estos no son la mayoría, puesto que la principal razón que señalan las empresas para no recibir los pagos a tiempo son los problemas financieros de los clientes. Mientras, apenas un 8% justifica el retraso ante un conflicto sobre los bienes y servicios prestados.

"Los clientes simplemente no pueden pagar lo que deben, al menos no a tiempo", un patrón "que, obviamente, varía entre países". Esto es lo que recoge el último Informe Europeo de Pagos elaborado por la gestora de cobro Intrum, que sitúa a España entre los cuatro países europeos en los que las empresas toman menos precauciones para prevenir la falta de pago de sus clientes.

España se sitúa entre los cuatro países europeos en los que las empresas toman menos precauciones para prevenir la falta de pago de sus clientes

Concretamente, el 56% de las compañías españolas no aplica las medidas habituales para protegerse ante los impagos, tales como el pago por adelantado o un seguro de crédito. "A pesar de la incertidumbre con la que se encara el día a día", este porcentaje aumenta respecto al año pasado, cuando era el 23% las empresas que no adoptaban ninguna precaución.

Si se analizan las compañías que sí recurren a medidas habituales, existen grandes diferencias entre las precauciones que toman los negocios españoles y la media europea. Entre nuestros países vecinos, la medida más empleada por las empresas para salvar sus cuentas es solicitar un pago por adelantado, al que recurren el 42% de los negocios. Sin embargo, en el caso español, esta medida queda relegada a un tercer plano y es empleada solamente por una de cada diez compañías.

Mientras, y en contra de lo que ocurre en la mayoría de países europeos, la medida más común en España para protegerse de los impagos es realizar un seguro de crédito, algo a lo que recurren el 19% de los negocios.

Ante las perspectivas de evolución del riesgo asociado a los deudores de cara a los próximos doce meses, la gran mayoría, el 80% de las empresas, cree que se mantendrá estable, un 15% espera que disminuya y un 5% considera que aumentará.

Teniendo en cuenta la reacción de las empresas cuando sus clientes les piden más tiempo para ponerse al día en sus pagos, la mayoría se reparte entre las que ofrecen planes de plago y las que no negocian los términos del abono. Son las mínimas las que aceptan los términos más largos aunque agregan un recargo y las que ofrecen un descuento alternativo.

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