MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El Manchester United vuelve a la máxima competición continental como favorito de un grupo A en el que Benfica, mermado por las salidas en verano, Basilea y CSKA de Moscú están llamados a una igualada lucha para acompañar a los 'Red Devils' en los octavos de final.
El equipo de José Mourinho, reforzado en todas las líneas con las llegadas de Romelu Lukaku, Nemanja Matic y Victor Lindelöf, ilusiona en la competición doméstica y no debería tener demasiados problemas para avanzar a la fase del 'KO'.
Los de Old Trafford, cuya ausencia en la última edición fue solo la segunda en 22 años, accedieron a la competición gracias a su condición de vigentes campeones de la Europa League. El United cuenta con una plantilla mejor que la de la pasada campaña, con mayor fondo de armario y variantes tácticas, alternando entre un juego creativo y un juego más directo que aprovecha la fortaleza física de muchos de sus efectivos.
Aunque está aún lejos de las principales potencias del fútbol continental, como demostró la derrota por 2-1 ante el Real Madrid en la Supercopa de Europa, superar la fase de grupos es un mínimo exigible para el tricampeón europeo.
Su principal amenaza en el grupo será el Benfica, que buscará superar la fase de grupos por tercer año consecutivo. El campeón luso cuenta con una plantilla que se ha visto perjudicada por las salidas en el mercado veraniego, especialmente en la parcela defensiva. Las ventas del central Lindelöf, precisamente al United, y del lateral Semedo al FC Barcelona, han obligado a Rui Vitória a reestructurar la defensa al completo.
BASILEA Y CSKA DE MOSCÚ CUESTIONAN AL BENFICA
La incertidumbre que plantea el nuevo Benfica abre las puertas a Basilea y CSKA en uno de los grupos más imprevisibles, a excepción del Manchester United.
El Basilea, campeón de la liga suiza por octavo año seguido, es ya un habitual de la competición. Aunque los helvéticos no conocen la victoria en sus últimos ocho partidos europeos, su experiencia en la 'Champions' y su solidez en casa, donde solo han perdido cinco encuentros desde su debut en la Liga de Campeones, pueden ser argumentos suficientes para la sorpresa.
Por último, el CSKA de Moscú parte de una posición similar a la de los suizos. Los rusos, que jugarán su quinta fase de grupos consecutiva, son un clásico del fútbol europeo, y a pesar de haber finalizado últimos en las dos ediciones anteriores, el frío y los largos viajes que deberán hacer sus rivales pueden jugar en su favor.