El mercado de las criptomonedas sigue bajo presión. El bitcoin (BTC) cede con moderación y se sitúa justo por encima de los 26.200 dólares, mientras que el ethereum (ETH) no es capaz de recuperar los 1.600 dólares.
Los activos digitales siguen sufriendo en sus carnes la disminución del apetito por el riesgo y el repunte de la rentabilidad de los bonos. Recientemente, el bono estadounidense a 10 años mejoró su rendimiento hasta niveles no vistos desde 2007 y la rentabilidad del bund alemán se situó en máximos de la última década. Asimismo, la fortaleza del dólar, reforzada tras las nuevas perspectivas de un posible aumento adicional de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed), también han hecho mella en los precios.
Esto último viene lastrando a las criptos desde la última reunión de política monetaria de la Fed, celebrada hace exactamente una semana. Entonces, el presidente Jerome Powell y los suyos mandaron un mensaje más agresivo de lo previsto al mercado, asegurando que estaban dispuestos a endurecer su postura todavía más si fuera necesario.
Según datos de la herramienta FedWatch de CME, el consenso no se traga el "farol" de la Fed y sigue pensando que no subirán los tipos de interés en lo que queda de año, pero eso no ha evitado que el riesgo haya menguado y que la renta variable y los activos digitales lo hayan pagado. En concreto, el Índice de Miedo y Codicia ('Fear & Greed Index') se sitúa en terreno de "miedo", lo que refleja esta falta de apetito por el riesgo, pero también indica que hay oportunidades de compra a los precios actuales.
Con todo, hay quien cree que los tipos de interés sí podrían subir más, mucho más. Este martes, Jamie Dimon, CEO de JP Morgan, reconoció en una entrevista que el mundo "no estaba preparado" para un escenario con los tipos de interés de la Fed al 7%, un escenario que se niega a descartar y que podría hacer más daño a la economía que la escalada del 0% al 5%.
Asimismo, cabe señalar que los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) de BTC al contado no ofrecerán apoyo a las criptos en el corto plazo. Recientemente, la SEC ha extendido el plazo para decidir sobre los ETF de GlobalX y ARK Invest, cuya fecha límite para dar una decisión o prorrogarla era a principios de octubre y principios de noviembre, respectivamente.
Todo ello, explica James Harte, analista de mercados de TickMill Group, ha provocado que los alcistas del bitcoin "no encuentren respiro a medida que nos acercamos al final del trimestre". "Tras el repunte de los últimos quince días, los precios del BTC han vuelto a bajar, limitados por la resistencia local. Tras un sólido comienzo de año, el impulso alcista se desvaneció en abril y, a pesar de un nuevo impulso al alza en julio, los precios se han enfriado en torno a un 20% desde los máximos del año", apunta.
Harte cree que, con la Fed centrada ahora en una narrativa de "más al alza durante más tiempo", parece probable que el BTC "siga obstaculizado" hasta que cambie esa visión. De cara a esta semana, tenemos un montón de datos clave de EEUU para impulsar la acción: PIB final, desempleo semanal, PCE subyacente y sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan, junto con Powell hablando mañana también. "Si los datos siguen siendo sólidos, se reforzará el discurso actual de la Reserva Federal, lo que pesará en el sentimiento de riesgo. Además, si Powell reafirma el mensaje del FOMC de la semana pasada, los precios del BTC se mantendrán presionados hasta el final de la semana", apunta.
Por técnico, este experto destaca que la venta "masiva" en BTC ha visto al mercado "romper la línea de tendencia alcista desde los mínimos de lo que va de año, así como el nivel de soporte de 27.415 dólares". "El precio se estancó recientemente en el soporte de 24.930 dólares, que se mantiene por ahora. Sin embargo, con los estudios de impulso bajistas, los riesgos apuntan a una nueva ruptura a la baja que, de producirse, abriría el camino a una prueba de los 21.390", añade.
En el resto del mercado, las 'altcoins' se comportan de forma similar. Destacan las pérdidas abultadas del 2% de la solana (SOL).