Las criptomonedas siguen en estado de shock y no levantan cabeza tras la quiebra de FTX. El mercado perdió más de 200.000 millones de dólares en valor desde su pico de noviembre y Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH), las dos 'criptos' más grandes por capitalización de mercado, han bajado un 23% y un 27%, respectivamente, desde entonces. Ante este escenario, el futuro de la industria se planea incierto.
Greg Wilson, analista, Palm Beach Daily, cree que "estaremos lidiando con las consecuencias de FTX durante los próximos meses y años" y que el impacto en el sector, cuyo sentimiento previo ya no era bueno, ha terminado de sacudirlo. "FTX destruyó la poca confianza que quedaba en las criptomonedas e introdujo más incertidumbre".
En el último mes, las compañías de servicios financieros de CeFi, BlockFi y Salt Lending, cerraron sus operaciones y el bróker de activos digitales Genesis, suspendió temporalmente los rescates con el objetivo de evitar la quiebra de la empresa.
"También es razonable pensar que los grandes inversores institucionales y otros que esperan al margen podrían quedarse allí... esperando su momento mientras el contagio sigue su curso. Por lo tanto, el capital de riesgo en el espacio probablemente se endurecerá... y probablemente veremos un mayor escrutinio regulatorio", indica Wilson.
En este sentido, cabría esperar que todos los inversores estarían sacando dinero de las criptomonedas. Pero eso no es lo que estamos viendo, sino todo lo contrario. "El colapso de FTX ha estimulado un renovado interés en las plataformas de autocustodia y finanzas descentralizadas (DeFi)", afirma el experto.
La semana posterior al colapso de FTX, los inversores retiraron casi 3.000 millones de dólares de BTC de los intercambios. Según la firma Glassnode, las cifras en cadena sugieren que muchos HODLers ("Hold On For Dear Life" criptoinversionistas) han optado por billeteras sin custodia.
Al mismo tiempo, los usuarios de criptomonedas retiraron 2500 millones de dólares de ETH de intercambios de criptomonedas centralizados, según CryptoQuant. "Y los datos muestran que todo va a parar a las plataformas DeFi", puntualiza Wilson.
"El protocolo más grande de DeFi, MakerDAO, registró un aumento del 33% en las direcciones que usan el protocolo. El protocolo de endeudamiento y préstamo Aave experimentó un aumento del 70%. Curve, un intercambio descentralizado, experimentó un aumento del 63%. Y Uniswap, el intercambio descentralizado más popular, superó a Coinbase en el volumen de operaciones de Ethereum (ETH)", informa Wilson.
Estos datos ponen de manifiesto que, a pesar de que 2022 ha sido tumultuoso para las criptomonedas, los protocolos DeFi siguen funcionando según lo previsto. "Eso demuestra la fortaleza general y el potencial de la cadena de bloques y la Web 3.0. Estos protocolos continúan en desarrollo activo... Y tenga en cuenta que el colapso de FTX no cambia el número récord de desarrolladores que trabajan en la industria de las criptomonedas", valora el analista.
De manera que esto, "combinado con regulaciones sensatas sobre intermediarios criptográficos centralizados, puede allanar el camino para la adopción generalizada". Entonces, si bien el colapso es negativo para la industria, "surgirán cosas buenas de la situación", concluye Wilson.
