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"Con un valor de mercado de más de 2 billones de dólares y más de 200 millones de usuarios, el universo de los activos digitales es demasiado grande para ignorarlo". Esta es la sentencia sobre el bitcoin y las criptomodenas de Bank of America (BofA) que se ha interpretado como un formidable respaldo a este floreciente mercado, en el que el banco de inversión estadounidense ve "más oportunidades de las que los escépticos esperan" a futuro.

En un reciente informe de la entidad en que profundiza sobre el universo cripto, los expertos de BofA afirman que "los activos digitales basados en las criptomonedas podrían formar una clase de activos totalmente nueva". En cuanto al bitcoin, subrayan su importancia, con un valor de mercado de unos 900.000 millones de dólares, "pero el ecosistema de activos digitales es mucho más", puntualizan: "Tokens que actúan como sistemas operativos, aplicaciones descentralizadas (DApps) sin intermediarios, stablecoins -monedas estables- vinculadas a monedas fiduciarias, monedas digitales de bancos centrales (CBDCs) para sustituir a las monedas nacionales y tokens no fungibles (NFTs) que permiten las conexiones entre creadores y fans".

"Las inversiones de capital riesgo en activos digitales/cadenas de bloques ascendieron a más de 17.000 millones de dólares en el primer semestre de 2021, lo que eclipsa los 5.500 millones de dólares del año pasado", prosiguen. "Esto crea una nueva generación de empresas para el comercio de activos digitales, ofertas y nuevas aplicaciones en todos los sectores, como las finanzas, la cadena de suministro, los juegos y los medios sociales".

"Nuestra opinión es que podría haber más oportunidades de las que los escépticos esperan", declaran desde BofA. En un futuro próximo, se podría utilizar la tecnología blockchain para desbloquear su teléfono; comprar una acción, una casa o una fracción de un Ferrari; recibir un dividendo; pedir un préstamo, prestar o ahorrar dinero; o incluso pagar la gasolina o la pizza, explican. Y destacan, en este sentido, la plataforma Ethereum, "impulsada por contratos inteligentes", que permite el desarrollo de cientos de aplicaciones "que podrían transformar las finanzas, los seguros, el sector legal, el inmobiliario y muchas otras industrias". "Los activos digitales que permiten crear aplicaciones, como hizo el iPhone de Apple con su App Store, son los que más valor están adquiriendo", apostillan.

APLICACIONES Y FINANZAS DESCENTRALIZADAS, Y NFT

En opinión del equipo de investigación del banco de EEUU, "la mayor innovación" son las aplicaciones descentralizadas (DApps), que "pueden llevar los servicios financieros a muchos de los 1.700 millones de personas no bancarizadas en el mundo a través de una simple aplicación para teléfonos inteligentes". Surgen en el contexto de las DeFi (finanzas descentralizadas), un ecosistema que permite a los usuarios utilizar productos y servicios financieros, como préstamos, empréstitos, seguros y comercio, sin depender de una institución financiera tradicional.

Por otra parte, los NFT -tokens no fungibles- "están cambiando la forma en que los creadores se conectan con los fans y reciben una compensación (y la generación Y y Z, junto con algunos boomers, las están comprando)". Las ventas de NFT fueron de más de 3.000 millones de dólares en agosto, frente a los 250 millones de dólares de todo 2020, lideradas por la demanda de celebridades, corporaciones y particulares (la venta de NFT de obras de arte digital de Beeple en Christie's por 69 millones de dólares fue un catalizador, por ejemplo).

EL MAYOR RIESGO: LA REGULACIÓN

Sin embargo, reconocen desde BofA que se trata de un 'salvaje oeste' al que la regulación está llegando. Algunos gobiernos, como los de China e India, han prohibido el comercio de bitcoins. Los gobiernos están trabajando para desarrollar políticas y, como dijo recientemente la Comisión del Mercado de Valores de EEUU (SEC), el futuro de la industria de los activos digitales está "en el marco de las políticas públicas."

Indican desde el banco de inversión que las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) parecen inevitables, "pero los activos digitales fiduciarios, como el bitcoin, pueden ser objeto de atención si los bancos centrales ven riesgos para el sistema de pagos o la interrupción del flujo de crédito". "En nuestra opinión, la incertidumbre regulatoria es el mayor riesgo a corto plazo, pero la regulación puede impulsar una mayor participación de los inversores a largo plazo una vez que se establezcan las "reglas de juego" para los activos digitales", concluyen.

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