El presidente chino, Xi Jinping, ha asegurado que su país no perseguirá la hegemonía independientemente del poder que adquiera y ha pedido una gobernanza mundial "más justa y equitativa".
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Pekín se ha enfrentado cada vez más a Estados Unidos y a otros países de Asia-Pacífico y Europa en cuestiones que van desde los derechos humanos hasta las prácticas comerciales desleales. Estos países han expresado su preocupación por el hecho de que la creciente influencia política y económica de China amenace el orden mundial.
"Por muy fuerte que se haga, China nunca buscará la hegemonía, la expansión o una esfera de influencia, ni participará en una carrera armamentística", dijo Xi en la ceremonia de apertura del Foro anual de Boao para Asia, en la provincia china de Hainan.
Xi también promovió a China como defensora de la globalización y del sistema de comercio multilateral, afirmando que las normas internacionales no deben ser establecidas por uno o unos pocos países.
Sin nombrar a ningún país, Xi dijo que las grandes naciones deberían comportarse de una manera "acorde con su estatus y con un mayor sentido de la responsabilidad".