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El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome PowellFED

Wall Street marcó nuevos mínimos anuales en la jornada del miércoles. La Bolsa de Nueva York inició la sesión con ganancias destacadas, pero los inversores decidieron vender de manera agresiva tras conocer la decisión de la Fed de volver a subir los tipos de interés, analizar el comunicado sobre política monetaria emitido por el banco central y escuchar la rueda de prensa de su presidente, Jerome Powell.

En primer lugar, la Fed decidió seguir adelante con la cuarta subida de los intereses de 2018 (la novena desde que comenzó el ciclo de subidas en 2015), que ha elevado los intereses hasta el 2,25%-2,50%, justo la parte baja de la horquilla del 2,5% al 3,5% y que el banco central considera neutral para los tipos (es decir, no estimulan pero tampoco restringen la actividad económica).

En algunos círculos económicos, tras la petición de Donald Trump de los últimos días para que la Fed no subiera los tipos, pero sobre todo tras un editorial de The Wall Street Journal en el que se pedía al banco central que no elevase el precio del dinero, el mercado había ampliado la probabilidad de que los tipos permanecieran sin cambios por encima del 25%. Sin embargo, esto no sucedió.

Ian Shepherdson, economista jefe de Pantheon Macroeconomics, comenta que "la Fed hizo lo mínimo que se esperaba y esto no fue suficiente para el mercado, que esperaba un cambio de mensaje más sustancial".

"ALGUNAS SUBIDAS GRADUALES DE TIPOS"

La segunda razón para explicar la caída de Wall Street es que el comunicado no fue tan blando de lo previsto. Muchos analistas anticipaban que la referencia a la necesidad de “subidas graduales de los intereses” iba a ser eliminada y sustituida por alguna referencia más explícita a la evolución de los datos económicos.

Sin embargo, el único cambio del comunicado fue incluir por delante que serán necesarios “algunas subidas graduales de los intereses” si los datos económicos lo justifican. La previsión del banco central es que la economía siga creciendo en 2019 y que la tasa siga bajando, todo ello en un escenario de inflación cercana al objetivo del 2%.

"Por primera vez desde 2008, los tipos de interés son más altos que la inflación subyacente y están apenas por debajo del rango de las estimaciones de los miembros de la Fed sobre la tasa de largo plazo (2,5% a 35%)", afirman los expertos de Berenberg. "Después de diez años de una política muy acomodaticia, la Fed finalmente se está acercando a una posición neutral", añaden.

LA REDUCCIÓN DEL BALANCE

Y por último, el mercado aumentó de manera significativa su caída cuando Powell comentó en rueda de prensa que la Fed mantenía en modo “piloto automático” la reducción de su balance, que en 2019 adelgazará en 600.000 millones de dólares.

Un estudio de la Reserva Federal de Boston ha calculado que esta retirada de liquidez, nunca antes realizada en la historia porque nunca antes se había inyectado tanta liquidez al sistema como tras la crisis de 2008, equivale a tres subidas de tipos al analizar su impacto en las condiciones financieras de EEUU.

Los inversores han comenzado a percibir que, además de reducir las subidas de tipos, la Fed debería reducir el ritmo de adelgazamiento de su balance para no afectar al crecimiento económico. El mercado teme que este endurecimiento monetario y la retirada de liquidez, junto a las tensiones comerciales con China y el final del impacto positivo de las rebajas de impuestos, terminen provocando un brusco frenazo económico.

Desde Berenberg, destacan que la Fed "no ha realizado ninguna mención sobre el objetivo para el tamaño final de su balance", que actualmente se encuentra en 3,9 billones de dólares. Estos analistas destacan que "la política sobre el balance centrará la atención en mayor medida el próximo año porque la Fed reevaluará su marco operativo".

FIN DEL DINERO BARATO

Estas pueden ser las tres razones para explicar la corrección superior al 10% que ha registado Wall Street desde sus máximos históricos de finales de septiembre y finales de octubre, aunque a modo de resumen puede señalarse que se debe al final de la época del dinero barato, y que los mercados adictos a la liquidez y los estímulos monetarios necesitan descontar en su totalidad este nuevo escenario.

Por el momento, Jerome Powell no se ha mostrado preocupado por la caída de Wall Street, ya que este miércoles comentó que “algo de volatilidad” en los mercados financieros "probablemente no deje una marca en la economía". Sus palabras seguramente serán puestas a prueba en 2019.

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