En la sesión de este martes hemos podido comprobar cómo al zona de resistencia de los 2.021 puntos, los máximos de septiembre, intentaron ser superados pero finalmente el principal índice del mundo se giraba con claridad a la baja cerrando cerca de los mínimos del día.
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Esto no hace sino reafirmarnos en la importancia de los niveles de resistencia alcanzados al otro lado del Atlántico y que se podría hacer extensible aquí en Europa. Lo mismo que tenemos en el S&P 500 se puede ver en índices como el Cac 40 parisino y el FTSE MIB transalpino, pero no así con el índice de la “locomotora europea”, más débil que el conjunto de los índices del Viejo Continente.
Aun cuando se superaran los máximos de septiembre no podríamos “lanzar las campanas al vuelo” a las primeras de cambio por cuanto el rebote podría tener continuidad hacia la zona de los aproximadamente 2.040 puntos (antes zona de soporte) sin que en realidad nada cambiara sustancialmente en nada. La media móvil de 200 sesiones (MM200) que en el momento actual pasa por los 2.060 puntos podría también servir de freno al actual movimiento de rebote. Resumiendo, se podría decir que son muchas las zonas de resistencia que confluyen por encima de los 2.020 puntos.
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