Los turistas chinos cada vez lo tienen más fácil en España. Sabadell ha llegado a un acuerdo con Alibaba por el que permitirá a los usuarios de Alipay, operado por la filial del grupo chino Ant Financial Services Group, pagar sus compras en los establecimientos que utilicen TPV de la entidad.
Ibercaja cerró el primer semestre con un beneficio de 39,3 millones de euros, lo que implica un 5,9% menos que en las mismas fechas del ejercicio anterior, tras experimentar un retroceso del 12,4% en su margen bruto, que cayó hasta los 502 millones de euros. La entidad destaca que estas ganancias se producen en un contexto de bajos tipos de interés y "fuerte competencia".
Atrás quedan los temores. Han pasado ya más de veinte días desde que el izquierdista Andrés Manuel López Obrador se convirtiera en presidente de México y las aguas parecen estar más calmadas. También para las empresas y, concretamente, para BBVA, Santander y Sabadell, que no solamente han registrado cifras muy positivas este semestre en el país mexicano, sino que esperan de él grandes crecimientos a futuro.
Era lo esperable: la banca no quiere un nuevo impuesto. Los máximos responsables de las entidades españolas más grandes han vertido durante los últimos días su oposición a una nueva figura tributaria, que, dicen sería “discriminatoria”, no tendría sentido y distorsionaría la competencia.
La mecha la prendió Santander. Durante la presentación de sus resultados semestrales, su consejero delegado, José Antonio Álvarez, advirtió que un nuevo impuesto podría llevar a los bancos “a no ser tan multinacionales o a pensar su estructura legal”.
¿Quiere decir esto que el banco prevé trasladar su sede fiscal? El propio Álvarez rechazó esta posibilidad durante la presentación de resultados, aunque en todo caso explicó que si el nuevo tributo implica una doble imposición sobre algunas rentas “naturalmente puede afectar a la morfología de las entidades”. Sería el caso de Santander, que “depende críticamente de los dividendos de las filiales”.
Esta visión adelantada de Santander propició que desde el Gobierno se pidiera calma. La secretaria de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva, les dirigió el mensaje de que "adelantar acontecimientos es, quizá, prematuro". El Gobierno no ha comunicado aún el diseño del impuesto, pero ya ha tenido acercamientos con la banca.