Wall Street ha extendido sus ganancias (Dow Jones: +1,09%; S&P 500: +0,75%; Nasdaq: +0,50%) impulsado por los resultados empresariales de los bancos estadounidenses. Los inversores mantienen su visión positiva a corto plazo pese a las dudas sobre la evolución de la inflación y al temor a una posible crisis energética a escala mundial, que ha relegado a un segundo plano la pandemia del Covid-19, cada vez más controlada.
Wall Street ha subido con fuerza (Dow Jones: +1,56%; S&P 500: +1,71%; Nasdaq: +1,73%) tras el pistoletazo de salida a la temporada de resultados. Los bancos estadounidenses han rendido cuentas con el mercado y la mayoría ha tenido un rendimiento mejor al del tercer trimestre de 2020. Por otro lado, los inversores también descuentan de manera positiva que la Reserva Federal comenzará a recortar sus compras de activos en el mes de noviembre, a un ritmo de 15.000 millones de dólares mensuales, para terminar su programa de estímulos monetarios a mediados del próximo año.
Wall Street cierra en signo mixto (Dow Jones: 0,00%; S&P 500: +0,30%; Nasdaq: +0,73%) después de que la Reserva Federal (Fed) haya publicado las actas de su última reunión.Sus miembros ven probable el inicio del 'tapering' de forma gradual en noviembre, extendiéndose hasta julio de 2022.
Wall Street ha cerrado en rojo (Dow Jones: -0,34%; S&P 500: -0,24%; Nasdaq: -0,14%), con la tercera sesión seguida en negativo para el índice industrial. El clima que se vive en los mercados es de incertidumbre sobre la inflación. Los inversores temen que la subida de los precios sea más persistente de lo esperado inicialmente por los bancos centrales, lo que puede obligarles a retirar sus estímulos monetarios antes de lo previsto.
