• Dinamarca y Estados Unidos aseguran que han recibido ataques en sus elecciones
  • Irán sufrió en 2010 uno de los primeros ciberataques más importantes de la historia

En los últimos años, los países más desarrollados del mundo se preparan y se gastan una millonada para intentar ponerse una coraza que les libre de los ciberataques de empresas o de otros gobiernos que buscan información o desestabilizar, pero los mismos que se protegen también se lanzan al ataque buscando la misma fórmula.

Estados Unidos, la gran potencia mundial, era atacada en la fecha más importante de los últimos cuatros años y que podría cambiar la historia del país. El 8-N, día de elecciones a la presidencia de Estados Unidos, sufría ciberataques por parte de Rusia para cambiar el signo de los resultados. Así lo confirmaba la CIA y los corroboraba Obama en una entrevista. “No puse demasiada atención, no creíamos que sería tan fácil llegar a nuestros sistemas”, afirmaba el presidente saliente. El último país en alzar la voz y confirmar que ha sido atacado en comicios ha sido Dinamarca. La semana pasada, el gobierno danés explicaba a través del ministro del Interior que sufrió un severo ataque.

Las contiendas se han normalizado en la red y casos como el de Estados Unidos o Dinamarca están a la orden del día

Los países se preparan, por tanto, para una calma tensa que empieza a tocar su fin. Desde hace siete años, Irán sufrió un ataque sin precedentes. Las centrales nucleares del país fueron atacadas ferozmente con la intención de programarlas para poder provocar devastadores fallos. “Una vez dentro del sistema puedes originar hasta un apagón de las terminales y lo que ello significa”, asegura Tomás Alonso, presidente de la AEI (Agrupación Empresaria Innovadora) en Ciberseguridad y tecnologías avanzadas. Tras este ataque, las contiendas se han normalizado en la red y casos como el de Estados Unidos o Dinamarca están a la orden del día. Precisamente, Francia durante estos días está sufriendo un aluvión de ataques por casi todo el mundo.

José M. Chia, consejero delegado de Pirendo y director de Hacked Mails, recalca la importancia de que un país consiga meterse dentro de los sistemas informáticos: “Si logras inutilizar la tecnología enemiga o utilizar la propia para mermarlo obtendrás muchas más ventaja. Hoy casi todas las grandes ciudades se gestionan y organizan gracias a internet, imagina si se lograse conseguir un ‘apagón’ de telecomunicaciones a un país moderno".

¿UNA GUERRA MUNDIAL EN LA RED?

¿Se imaginan una gran guerra donde el campo de batalla sea la red? Tomás Alonso no confirma esta idea aunque explica que no sería extraño que fuese el origen de una hipotética 'III Guerra Mundial'. “Cabe la gran posibilidad de que los estados estén detrás de los ciberataques, como ha podido pasar con las elecciones estadounidenses o lo que ocurrió en Irán. La guerra no se combatirá ahí, pero puede ser el detonante”, asevera.

Por tanto, cabe dilucidar si los países buscan o no esta hipotética 'III Guerra Mundial' después de echar un vistazo a los últimos siete años. Los ataques aparecen con más asiduidad y la ‘normalización’ es algo que tienen asumidos los servicios de inteligencia de los grandes países. Pero al igual que en otros ámbitos hay que recalcar si a los propios los países les interesa poder parar estos ataques. Para Chia sería fácil poder parar esto, pero ¿interesa? “La mayoría de ataques se podrían erradicar si se hiciera una revisión profunda de los protocolos que usamos para el intercambio de información y se hicieran nuevos estándares adaptados a los tiempos. Al final, tendrán que colaborar los países que lideran internet, ya que con la era del Internet de las cosas que viene el mundo se puede convertir en un verdadero caos”, asegura.

En la misma línea sigue Tomás Alonso, y añade que es difícil saber quién es quién en los ataques cibernéticos. Los estados vulneran la privacidad de los estados y es complicado identificar al malo. “¿El malo es el estado que ataca para intentar defenderse de los siguientes ciberataques o es el que lanza la ofensiva?”, elude la alusión a de la pescadilla que se muerde la cola para hacer el símil.

UNA MILLONADA PARA ACORAZARSE

Al igual que en un periodo de entreguerras, los estados conocen la importancia de conseguir armas para estar preparado. Tomás Alonso explica que es “innegociable” poder tener a los mejores “profesionales más cualificados en ciberseguridad y contar con los mejores sistemas de defensa a través de una logística potente”. Para contar con ello, hace falta una cantidad inmensa de inversión. Y los gobiernos no destinan mucho dinero. Es el caso de España, que no destina mucho dinero y debería aumentar el presupuesto para poder contar con más medios en este tipo de ataques.

Chia explica que los presupuestos más altos son los chinos, estadounidenses y británicos. “Estados Unidos destina 19.000 millones de euros, China está lejos con 5.000 y más abajo se reparte el pastel Rusia y Reino Unido con 1.900 millones de euros al año”, confirma.

Por otra parte, el experto también hace un listado de dónde proceden los ataques y asegura que casi el 40% del total es “cosa de China”, aunque aclara que ello “no quiere decir que sea el propio gobierno el que los haga, pero desde ahí se originan”.

MUCHA SEGURIDAD PERO MUY VULNERABLE

Con todos los datos encima de la mesa, y la cantidad de personal y dinero destinado, llama poderosamente la atención de la facilidad de cómo las grandes potencias mundiales reciben fuertes ataques. Tomás Alonso alerta de que “ con un solo USB se puede organizar un ataque de gran magnitud”. El experto resalta que toda la seguridad y sistemas se viene abajo en el momento en el “una persona comete un pequeño error”. “Un pequeño desliz abre la puerta a todo el sistema de seguridad de un país”, explica de la facilidad para poder colarse dentro de los sistemas más encriptados. También añade la posibilidad de que haya una persona infiltrada dentro de los servicios de inteligencia. “El espionaje siempre ha existido, y los ‘topos’ son un hecho. Los fallos humanos son los que consiguen vulnerar la ciberseguridad”, incide.

Por eso, el experto resalta la peligrosa 'inocencia' que tiene la sociedad en internet. “Nos conectamos a internet en cualquier sitio que haya WiFi gratis, damos los datos personal sin tapujos y somos muy débiles”, alerta. Para ello, Tomás Alonso alienta a los usuarios a ser “mucho más cuidadosos para que luego no haya problemas”.

Precisamente, Sophos realizó un informe sobre la ciberseguridad en el que daba datos realmente preocupantes. Más del 30% de los encuestados no están familiarizados con el ransomware (virus que se cuela en el ordenador y se hace con un documento y pide dinero a cambio de él) o lo perciben como una amenaza pequeña, a pesar de ser la amenaza cibernética más notoria y debilitante en este momento. La falta de concienciación sobre seguridad pone también a otros en riesgo; el 55%, según el informe, dice asesorar a otros para mantener su ordenador protegido contra el malware y los cibercriminales, algo que es contraproducente.

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