- Las posibilidades de pactos son muy variadas, aseguran politólogos: coaliciones de izquierda, soberanistas, gobiernos de minoría con apoyos puntuales…
Barcelona se enfrenta a las elecciones municipales del 24 de mayo sumida en la incertidumbre ante la disparidad de las encuestas publicadas hasta la fecha límite que permite la ley electoral. Aunque la mayoría le dan la victoria al candidato de CiU, Xavier Trias, lo hacen por un estrecho margen de ventaja sobre su principal adversaria, Ada Colau, que encabeza la candidatura de confluencia Barcelona en Comú (BComú). El resto de actores en juego suman hasta siete listas que pueden entrar en el consistorio de la Ciudad Condal a partir del 25 de mayo.
La media de las encuestas recogida por El Periódico pronostican para el hasta ahora alcalde Xavier Trias entre 10 y 11 ediles; Ada Colau, por su parte, entraría como un vendaval en el municipio con 9 o 10 concejales, lo que podría dejar a ambas listas en una situación de cuerpo a cuerpo. La cosa se complica aún más cuando los sondeos no coinciden en quién será el vencedor. Según las previsiones de La Vanguardia, El Periódico, El Mundo y la "cadena Ser" ganaría Trias, mientras el Centro de Estudios Sociológicos (CIS) y El País prevén la victoria de Colau.
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Si nos fijamos en el CIS, la cabeza de lista de BComú, que aglutina varias fuerzas, entre ellas ICV-EUiA, se convertiría en la nueva alcaldesa de Barcelona con hasta 11 asientos en el pleno del consistorio. Tres más de los que este estudio da a Trias, que sólo se quedaría con ocho.
En lo que coinciden la práctica totalidad de las encuestas de intención de voto es en que, además de CiU y BComú, el ayuntamiento se repartiría entre el PSC, el PP, Ciudadanos, que obtendría representación, ERC y la CUP, que también pasaría a formar parte, por primera vez, de la conformación del pleno municipal.
Para Roger Barres, politólogo consultado por Bolsamanía, “Barcelona es un reflejo de lo que esta pasando en Cataluña, España, y en el resto de Europa. La crisis económica y política han propiciado la aparición de nuevos actores en la arena política e institucional, reforzado a algunos que hasta ahora habían sido minoritarios, y castigado a los partidos tradicionales”. Además, explica este experto que en Barcelona (y Cataluña) “el proceso soberanista ha entrado de lleno en campaña y puede tener un fuerte impacto en los votantes, aún si no es un tema estrictamente municipal”.
La fragmentación que prevén todos los sondeos responden a dos factores: la crisis de los partidos tradicionales y al proceso soberanista
Para Barres, que ha participado en campañas electorales de congresistas y alcaldes en EEUU, la fragmentación que prevén todos los sondeos pre electorales responde a esos dos elementos. Por un lado, “los grandes partidos pierden apoyos debido a la merma de confianza de los votantes, permitiendo la irrupción de nuevas formaciones políticas. Por otro, el debate sobre el proceso soberanista refuerza aquellas formaciones con una posición clara respecto al tema (que aún es un debate candente en Cataluña)”, explica el analista político.
TRIAS, EL HOMBRE DEL MANDATO TRANQUILO
Barres opina que las perspectivas de Xavier Trias se pueden achacar al mandato relativamente tranquilo que ha vivido durante los últimos cuatro años. “La buena situación de las arcas públicas de la ciudad ha permitido hacer una política de infraestructuras muy resultadista, con grandes obras como las de la Plaza de las Glorias o la reforma del Paseo de Gracia y la Diagonal, que si bien han sido objeto de críticas por parte de la oposición se tratan de políticas muy reconocibles para los ciudadanos”, subraya.
En cuanto al proceso soberanista, el politólogo explica que Trias ha sabido mantenerse en muy buena posición, evitando que el debate no le afecte directamente ya que “no se ha erigido como abanderado del soberanismo (o la capitalidad barcelonesa), como sí han hecho otros partidos, pero ha podido apoyarse en el discurso que hace CiU desde la Generalitat”.
Su mayor vía de desgaste, señala el experto, “proviene de las grandes criticas a su gestión debido a las crecientes desigualdades entre barrios a pesar de la buena situación económica de la ciudad (precisamente de ahí vienen las críticas a su política de infraestructuras)”. No obstante, cree Barres que ni este factor ni las crisis mediáticas que ha sufrido durante su mandato, como el tema del turismo de baja calidad en el barrio de la Bareloneta, acompañado de la polémica de los pisos turísticos en la ciudad, o el conflicto de la casa ocupa de Can Vies, afectarán a su electorado tradicional.
El desgaste de Trias: las grandes criticas a su gestión debido a las crecientes desigualdades entre barrios
COLAU, LA PALADÍN DEL VOTO INDIGNADO
El auge de la candidatura encabezada por la ex activista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), lo engloba el especialista en procesos electorales dentro del mismo fenómeno de otras nuevas formaciones a nivel estatal y europeo. “Son formaciones que beben del desgaste de los partidos tradicionales y de la perdida de confianza de la clase política por temas como la corrupción o la falta de transparencia y representatividad”, comenta Barres. Además, “se caracterizan por tener un candidato muy carismático con altas dotes comunicativas (Ada Colau, Pablo Iglesias). Eso les permite tener acceso a medios de comunicación de masas (debates televisivos, por ejemplo) y llegar a un mayor número de votantes”.
Barres sitúa el origen del voto de BComú en los antiguos votantes de los partidos de izquierda tradicionales (no olvidemos los votantes de ICV-EUiA, que se presentan en la misma coalición), pero también de antiguos abstencionistas o votantes de formaciones minoritarias. “En éste sentido, parece justo afirmar que parte de los votantes de ésta formación provienen de personas que hasta el momento no habían encontrado una formación política adecuada en la que depositar su voto. Se puede definir como un “voto indignado”, concluye.
CIUDADANOS Y LA CRISIS DEL PP Y DEL PSC
En este punto es donde la formación de Ada Colau coincide con el partido que en la ciudad representa Carina Mejías. Ciudadanos también intenta recoger el voto de les desencantados con los partidos tradicionales, pero en este caso su nicho se encuentra en el votante de centro, mayoritariamente antiguo votante del PP i del PSC. Barres, además, señala que “a diferencia de BComú, la gran baza que ha jugado esta formación es la oposición al proceso soberanista y es en ese perfil de votante dónde encuentra sus apoyos”.
En cuanto a las fuerzas de quien la formación que Albert Rivera dirige a nivel estatal drena votos, Barres recuerda que el PP nunca ha conseguido grandes resultados en Barcelona. En estas elecciones la fuerza que lleva como cabeza de lista a Alberto Fernández Díaz podría quedar aún más relegada y quedar como un partido con poca capacidad de influencia en el consistorio. A esto ayudan, dice el politólogo, “los casos de corrupción y las buenas perspectivas de Ciudadanos que pueden afectar directamente sus resultados y en última instancia podría permitir a la lista de Mejías ser el principal partido estatal de centro-derecha en el ayuntamiento”.
Del PSC Barres indica que parece partir con unas perspectivas negativas. Siguiendo su tendencia constante a la baja puede ser que sufra un duro revés en uno de sus bastiones más importantes. “Desgastado por el debate soberanista y con alternativas de izquierda y de centro, parece moverse en una tierra de nadie. Aún así, la estructura y la red que ha construido el partido durante años de control de las instituciones barcelonesas pueden permitir que mantenga importantes bolsas de votantes fieles”.
Desgastado por el debate soberanista y con alternativas de izquierda y de centro, el PSC parece moverse en una tierra de nadie
LOS PARTIDOS INDEPENDENTISTAS: ERC Y LA CUP
Cerramos el repaso a las listas que podrían tener concejales en el consistorio de la capital catalana con ERC y la CUP. Los republicanos de Alfred Bosch, en coalición con los ex-militantes socialistas de MES i Avancem no parecen aprovechar en las encuestas la buena salud que goza su partido en el resto de Cataluña -si bien, en todas crece en número de regidores. Barres aduce este fenómeno a que se sitúa en un punto intermedio entre Trias y Colau. “La particularidad de esta candidatura es que se puede tratar de una ‘segunda mejor opción’ de muchos votantes, que las encuestas no pueden prever”.
Por último, la CUP tiene opciones de entrar en el ayuntamiento con uno o dos ediles, si bien es una formación que tiene un target electoral muy definido y con limitada capacidad de crecimiento. Aunque la subida de esta formación, según las fuentes consultadas, “probablemente se debe al trabajo hecho en el parlamento por sus tres diputados hiperactivos, pero en Barcelona presentan a María José Lecha González, una candidata poco conocida por el gran público”.
ETAPA DE NEGOCIACIÓN Y PACTOS
Así las cosas, los más probable es que los barceloneses tengan que ver como su consistorio no tiene una mayoría clara y con muchas posibilidades de pactos. Sin embargo, la encuesta del CIS y todos los sondeos en general dan un alto número de indecisos, alrededor del 30%, que pueden acabar de decantar la balanza hacia un lado y otro y que dificultan enormemente hacer previsiones exactas.
Así, avisa Roger Barres que hasta el día después de las elecciones es imposible imaginar que tipo de gobierno va a tener la ciudad, porque “las posibilidades de pactos son muy variadas: coaliciones de izquierda, soberanistas, gobiernos de minoría con apoyos puntuales…” “Lo que queda claro -advierte el politólogo- es que en éste contexto se debe recuperar el concepto originario de la política: la negociación y el pacto, y dejar de lado el enfrentamiento y la lucha partidista que han caracterizado la política en nuestro país”.
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