Directivos jóvenes vs directivos veteranos: pros y contras de dirigir una empresa

Coraje, nervios templados y compostura, capacidad para manejar el estrés. Capacidad para aprender, actitud abierta y perspicacia. Capacidad para comunicar, motivar y desarrollar gente o capacidad para crear un clima de innovación. Según Sergio Lafuente, experto en marketing empresarial, publicidad y social media, estos son algunos de las principales premisas que un buen directivo debe tener para llevar al éxito a su empresa y para crear un clima adecuado en la oficina. Pero no todas estos patrones lo suelen cumplir los líderes a la vez. Dependiendo de la edad de ellos, suelen comportarse de manera completamente diferente.

VETERANOS: CONTROL Y SEGURIDAD

“Se puede conocer la veteranía de un soldado por el contenido de la cartuchera. El bisoño lleva cartuchos. El veterano sólo lleva comida.” Esta frase la reprodujo el Nobel de literatura George Bernard Shaw. La experiencia es un grado. Los directivos de mayor edad suelen moverse como pez en el agua cuando hay momentos de estrés en un momento determinado “puesto que ya han vivido situaciones parecidas durante su etapa como dirigente”, señala Manuel Fernández Sande, profesor en la Universidad Complutense de Madrid.

Las grandes empresas se suelen decantar por la veteranía y la experiencia de los directivos antiguos

Otra de las bazas de los directivos veteranos es la capacidad de conocimiento de las personas de las que se suele rodear, ya que suele elegir profesionales 'de la casa'. Para Marta Panizo, consultora de formación y selección y Gestora Generalista, este perfil presenta “más experiencia y un mayor conocimiento de los procedimientos, cultura, personal de la empresa y de los trabajadores”.

La experta señala que los directivos de una edad más avanzada trabajan, además, con mucha más profesionalidad debido a que “se sienten identificados con la marca” Cuentan también con una mayor capacidad de planificación a corto, medio y largo plazo.

Pero… no es oro todo lo que reluce. Este perfil también tiene una serie de connotaciones negativas que pueden hacer que los consejos de administración opten por no escogerles. “Eres un triunfador, y de repente te llama tu jefe a una reunión imprevista, le notas nervioso, algo va mal. Te dice que ya no cuenta contigo, que no confía en ti, que estás mayor y que quiere sangre joven”. De esta manera se despedía Fernando Marañón, exvicepresidente de McDonalds en España, tras comunicarle la empresa de comida rápida que no contaban con sus servicios.

Soraya Jiménez, técnica de selección de Recursos Humanos, matiza que estas personas pueden caer en ciertos ‘vicios’ a la hora de realizar su trabajo. “Pueden tener opiniones negativas, desmotivación, y varios mecanismos automatizados que son difíciles de cambiar para ellos”, relata.

Carlos Obeso, director del Instituto de Estudios Laborales del Esade, explicaba en una conferencia sobre directivos que el reciclaje y la formación es otro de los puntos que se debe tener en cuenta. “Es más costoso y se requiere más tiempo para reciclar y para que el directivo esté mucho más formado si es veterano que uno joven. Los segundos tienen una capacidad de absorber información más rápida”, apostillaba.

EL DINAMISMO Y LA CERCANÍA ES PARA LOS JÓVENES

Pero los jóvenes también tienen mucho que decir. El hecho de que puedan tener una mejor adaptación a lo que piden los nuevos tiempos, los noveles cuentan con otros bagajes para que las empresas opten por ellos.

Marta Panizo señala como una de sus ventajas el que no tiene miedo a adentrarse en nuevos métodos ya que” tiende a dar ideas más creativas e innovadoras ya que su modo de pensar no está tan condicionado por experiencias pasadas”. Otro de los puntos que ensalzan las expertas es la cercanía que suelen mostrar en la oficina, ya que el directivo más joven busca más el “cuerpo a cuerpo” con el personal y conocer de primera mano las inquietudes o problemas de su equipo, algo que “favorece la relación personal y extralaboral”.

Los directivos jóvenes cuentan con un perfil más rompedor y dan prioridad al ingenio

Tanto Soraya como Marta matizan que las reglas están cambiando: “Antes lo idóneo era tener una buena jerarquización basada en una gran autoridad, ahora el que tiene ideas ingeniosas y creativas suele tener las de ganar”, y eso, generalmente, se da en el perfil del directivo joven.

Otro de los factores por los que las empresas se decantan por un directivo de menor vida laboral es el sueldo. Es indudable que los veteranos, arrastrando años de mandato, también acumula una antigüedad en sus salarios, lo que hace que su nómina sea mucho más elevada que la de los jóvenes.

EL IBEX 35 CONFÍA EN LA VETERANÍA

Las grandes empresas, sin embargo, todavía prefieren al directivo veterano. Marta Panizo señala que “los puestos de responsabilidad siempre serán destinados a veterano”, y eso es precisamente lo que sucede en el parqué español. Las sociedades que forman parte del Ibex 35 se resisten a tener en su presidencia al directivo de perfil joven.

Varón, de 58 años. Ese es el retrato medio de las grandes empresas de la Bolsa. Tan solo dos de los 35 optan por tener a dos presidentes de menos de 50 años, lo que representa el 5%. Entre los 50 y los 60 años se encuentran los presidentes que más valen en la Bolsa.: José María Álvarez Pallete (52) en Telefónica, Pablo Isla (52) en Inditex y Ana Botín (56) en el Banco Santander.

¿Quién dijo que la jubilación era cosa de los 65? Hasta 14 de los presidentes de las grandes empresas del Ibex 35 superan esa edad. Salvador Alemany (71), Rafael Miranda (65), Florentino Pérez (69), J. Antonio Tazón (73), Josep Olliu (67), Gabriel Escarrer (81), Rafael Villaseca (65), Víctor Grifols (66), Ignacio S. Galán (66), Alejandro Echevarría (74), José Folgado (72), José LLadó (82), José D. Ampuero (67) y Francisco González (72) forman parte de este selecto club.