En directo | Saracho admite que el futuro de Popular pasa por una ampliación o por su venta: "Sé que necesitaremos capital"

La Junta General de Accionistas ordinaria de Banco Popular ha aprobado con mayoría las propuestas del consejo: las cuentas de 2016 (al menos el 93%), los resultados (99%), la gestión social del consejo (99%), los nombramientos (97%), la reelección de PriceWaterhouseCoopers como auditor (87%), la posibilidad de ampliar capital en al menos un 50% desde los niveles actuales (93%), delegar en el consejo la facultad de emitir valores de renta fija convertibles en acciones o canjeables por acciones en circulación (94%), escisión de Popular Portugal a Popular España (99%), aprobación del límite de la remuneración variable en hasta el 200% del componente fijo de los consejeros ejecutivos (97%), informe anual sobre remuneraciones de los consejeros (70%).

¿Está en venta Banco Popular? Así de directo ha sido un accionista con Emilio Saracho. Su respuesta: "La independencia es un valor pero también una carga, y habrá que elegir lo que queremos". 

Emilio Saracho ha recordado que sus cargos en Inditex y en IAG son no ejecutivos, razón por la que no se plantea dimitir sólo porque sea presidente de Banco Popular.

"¿Qué vamos a investigar?", contesta duramente el presidente de Banco Popular a un accionista que reclamaba a Emilio Saracho investigar la actuación del equipo de Ángel Ron.

En respuesta a un accionista, que le preguntaba por la ampliación de capital, asegura que el consejo sólo tiene intención de aprobar ante la junta la posibilidad de tener esa opción "si es necesario con urgencia", lo que no quiere decir necesariamente que vayan a utilizarla. Eso sí, admite: "Estamos cortos de capital, no vamos a pagar dividendos". Una hora antes, ha aseverado: "Estamos abocados a una ampliación de capital para salir adelante". El resultado de esta afirmación ha sido un desplome de la acción hasta cotizar con caídas del 9%, en mínimos desde 1985.

"Una pensión, con una cláusula de no competencia hasta su jubilación", explica el secretario del consejo de administración de Banco Popular, Francisco Aparicio Valls. "No hay indemnización", matiza. "Esto está recogido en los estatutos de Banco Popular desde antes de su llegada (de Ángel Ron) y no está en nuestra mano cambiarlo", añade.

Sobre el reclamo de algunos accionistas en torno a iniciar procedimientos judiciales contra el anterior equipo de Ángel Ron, expresa: "No tenemos conocimiento de actuaciones dolosas, si lo tuviéramos, actuaríamos. Y si alguien las conoce, les pedimos que nos lo notifiquen o lo denuncien".

En el inicio de la junta, caían cerca de un 3%. A media sesión, mientras se desarrolla el encuentro en el que Saracho ha admitido que el futuro pasa por una ampliación o consolidación con otro banco, los títulos se hunden un 9% hasta los 0,74 euros. Son mínimos desde 1985.

Un nuevo accionista crítico con Ángel Ron, ha advertido al nuevo equipo que dirige Popular, con Saracho a la cabeza, que la ampliación de capital no es la solución: "Con mi voto no van a contar para ampliar otra vez, ya sea una macroampliación o emitiendo bonos convertibles, que es lo mismo. Necesitaríamos al Espíritu Santo. Este banco ya no es viable", opina.

El nombre propio de Ángel Ron, y el recuerdo a su equipo, está muy presente en la junta. "Les pido que no le paguen, indemnización o pensión. Si luego los tribunales obligan a ello, pues se hace, pero hasta entonces, les pido que no le paguen", insiste un accionista. "Nos han arruinado a todos los accionistas", insiste sobre la gestión de Ron y de otros consejeros. Asimismo, ha pedido a Saracho que confirme si Popular está en venta: "Les animo y apoyo a ello". "Me alegra ver caras nuevas (en el consejo), aunque es difícil olvidar las que ya no están", dice otro accionista. "Tengo entendido que Ángel Ron ha solicitado una indemnización. Bien, se la damos, pero inmediatamente después le llevamos ante los tribunales", añade.

Esta es la pregunta que ha emitido a Emilio Saracho un accionista, que ha criticado la reformulación de cuentas de la semana pasada, con un agujero extra de más de 600 millones de euros. "Si en febrero hubo consejeros que hicieron mal las cuentas, dimitan", asevera.

Un accionista ha aprovechado su intervención para referirse a una información publicada hoy por El País, según la cuál un grupo de accionistas minoritarios mexicanos del banco estudia presentar una querella por la "filtración" de información confidencial de la entidad que habría provocado grandes caídas de la acción.

"Causa vergüenza ajena saber que Ron creó una web para defender su gestión", asegura un accionista. "No puede ser que se vaya de rositas después de su gestión", añade. "Es como el Cid pero al revés, después de muerto metafóricamente, al haber dejado el banco, conocemos un nuevo agujero", agrega, al tiempo que pregunta al presidente, Emilio Saracho, si dejará que su predecesor cobre la pensión que le corresponde.

¿Una operación corporativa? "No gestionaremos con el fin de una operación corporativa, es sólo una opción más", asegura. "Si hacemos lo que sabemos hacer, todos saldremos beneficiados", agrega, al tiempo que defiende la independencia que ha tenido hasta ahora Popular. "Eventualmente podríamos participar en una ronda de consolidación, o acudir al mercado para obtener capital, cualquier opción es mejor que ser un banco con riesgo sistémico que ni se liquida ni se vende, como hay otros ejemplos". "Este banco merece mi esfuerzo, el de todos", sentencia.

Saracho recuerda que Popular es "líder en el segmento de pymes" y que tiene una ventaja competitiva en este sector y en banca personal, segmentos en los que quiere centrarse mientras reduce su exposición a los activos inmobiliarios. "La solución de la ecuación es harto difícil sin recurrir al mercado". "Parece que el diagnóstico es unánime: estamos abocados a ampliar capital para seguir adelante", pero asegura que primero necesitan "recuperar la confianza del mercado. No podemos fiar el futuro del banco a la ampliación". 

"Es mi responsabilidad destinar todos nuestros recursos y esfuerzos en asegurar la continuidad de Banco Popular", asegura Saracho. "No me puedo imaginar la desaparición de Banco Popular por su importancia social", agrega, aunque reconoce que el tiempo aprieta y que tienen que tomar decisiones de forma inminente. "A día de hoy, Popular es el resultado de dos grandes negocios: activos inmobiliarios, cuya valoración es compleja y están destinados a ser desinvertidos en un mercado seco; y un banco con buenos resultados operativo en un mercado con expectativas de normalización de tipos de interés".

En este sentido, prosigue: "Hemos puesto el foco en el punto débil. En este primer trimestre esperamos ver resultados tangibles en este campo. Exploraremos mecanismos de venta, nuestra intención es seguir desinvirtiendo. Y esto nos expondrá a cierta volatilidad en los precios de mercado, ya que la liquidez es limitada. Su impacto es de 36.000 millones, y ya se ha provisionado el 46%, y contamos con la mejoría de los precios inmobiliarios. Pero necesitamos más tiempo". "Tenemos que afrontar las dificultades sin excusas y sin sentimentalismos", expresa el ejecutivo.

Los cambios regulatorios han dejado de contar activos de Popular que aseguran su solvencia pero que no contabilizan en los criterios CET 1, asegura el presidente del banco. "Somos una entidad rentable en su negocio principal, que se enfrenta a unos altos requisitos de capital". Reconoce que tiene el reto de deshacerse de activos inmobiliarios, pero lo tendrá que hacer en un mercado de crecimiento incipiente.

Como solía hacer Ángel Ron, Emilio Saracho presume de "no haber necesitado ayudas monetarias, como gran parte del sector financiero", en los peores momentos de la crisis, recordando el aumento de la tasa de morosidad en la banca, un problema que para Popular se agravó al haber comprado "una entidad con similares dificultades".

Sobre la reformulación de cuentas, al reconocer un nuevo agujero millonario, Saracho asegura: "No estamos orgullosos de lo que tuvimos que hacer la semana pasada. Pero tenemos un compromiso con la transparencia y volveremos a hacerlo si es necesario, con contundencia y con medios para que no vuelva a ocurrir". 

Emilio Saracho, presidente de Banco Popular, interviene ya en la Junta de Accionistas. "¿Nos encontramos ante una causa perdida o merece la pena más paciencia? En mi opinión, merece la pena luchar por Popular. Pero la recuperación sólo es posible si hacemos frente a las dificultades que el banco atraviesa", afirma el ejecutivo, al tiempo que agradece la confianza tras 50 días en el cargo. "Necesitaré tiempo, pero no mucho". 

Pedro Larena, que anunció su renuncia como consejero delegado la semana pasada, tras conocerse un nuevo agujero al reformular las cuentas del pasado ejercicio, ha asegurado que su decisión es únicamente "por motivos personales", y que consideró pertinente en este momento "poner a disposición del consejo su cargo". El ejecutivo ha intervenido para repasar los resultados de 2016, con unas pérdidas históricas de 3.485 millones de euros. Unos resultados que "estuvieron por debajo de lo previsto inicialmente", especialmente por "las mayores provisiones de crédito e inmuebles", que tuvieron un impacto negativo de 4.200 millones de euros.

Aun así, el todavía consejero delegado ve "tendencias positivas", como el hecho de que el margen de intereses aumentó un 3% y los ingresos por comisiones un 6%. Además, señala que la entidad ha demostrado una "alta capacidad de generar ingresos". Tras el proceso de reestructuración del banco, "esperamos un crecimiento de los márgenes que se consolide en los próximos trimestres". Larena ha recordado la decisión de fusionar 349 oficinas, y que "han mejorado los tipos de contratación" al situarse en el 2,89%, "por encima de la media del sector y 38 puntos básicos superior a la media de la cartera".