Hace unos años se prohibió fumar en los bares y en sitios cerrados: cines, aviones... En su día parecía impensable. Ojalá en el futuro desaparezca el humo en los mercados financieros. Por lo general, en el mundo de los mercados financieros se vende mucho humo. De formas toscas, burdas y chabacanas y de formas más sofisticadas.
La forma más tosca de vender humo es prometer rentabilidades imposibles. Personajes que prometen rentabilidades en un mes y que no gana Buffett ni en 10 años. “Hazte rico sin esfuerzo”, “sácate un jornal”, “libertad financiera dedicándole 1 hora al día” como sloganes. Es el gancho perfecto para engañar o estafar a personas sin conocimientos financieros. Ese es su nicho y lo explotan con tesón.
Además de las rentabilidades, el otro gancho es la vida de lujo del “trader”. Normalmente no se enfocan en hablar del mercado, si no hablar de la vida de lujo a la que podrías aspirar si confías en ellos/ellas.
Pero no solo dentro del universo del trading estafa hay humo, existe el humo más sofisticado. Es el de recomendaciones, pronósticos y precios “objetivos” y lo entrecomillo porque pocas cosas hay más subjetivas que el precio objetivo.
En muchas ocasiones los precios objetivos van detrás de los precios de cotización. Es decir una acción cotiza a 200 euros y el banco de inversión 'x' le marca un precio objetivo de 230 euros. Pero de repente la acción baja a 130 euros y entonces ese mismo banco de inversión 'x' le baja el precio objetivo a 140. Desgraciadamente muchas veces son solo reactivos a los precios. Lo hemos visto estas semanas con la caída de Apple.
A principios de 2008, más del 80% eran recomendaciones de compra en la bolsa española y la mayoría de los precios objetivos eran muy por encima de los precios de cotización. Todos sabemos lo que pasó después.
Y, por último, están los pronósticos. Su función principal es llenar hojas de papel y tertulias radiofónicas. Asumir que funcionan y no advertir a los inversores que eso apenas sirve para nada, es en cierta forma, vender humo. Numerosos estudios han demostrado que seguir pronósticos de expertos de poco sirve.
¿Los gurús aciertan? En vez de opinar vamos con un estudiorealizado por CXO Advisory sobre los pronósticos de analistas del mercado desde 1998. El grado medio de precisión fue del 48%. El mejor obtuvo el 65%, mientras el peor obtuvo un 28,9%. Debido al poco acierto de los expertos y gurús del mercado, demostrado en el estudio, CXO dejó de recoger nuevas previsiones en 2013.
Abramos las ventanas y eliminemos el humo de nuestras vidas.
Asumamos que la bolsa es difícil, que el dinero fácil no existe en los mercados, que es necesaria experiencia para tener más probabilidades de éxito, que seguir a gurús o expertos analistas no nos hará ricos y que la única vía es formarse, tener un método con esperanza matemática positiva y aplicarlo con disciplina, paciencia y gestión del riesgo, sabiendo que conviviremos con rachas de pérdidas.
