invertir

Suponga que tiene 20.000 euros para invertir e invierte toda esta cantidad en acciones de una compañía. Si baja la cotización de la empresa o si quiebra, toda la inversión registrará una pérdida. Sin embargo, si divide estos 20.000 euros entre varios instrumentos financieros, las ganancias de unos pueden contrarrestar las pérdidas de otros instrumentos.

Cada mercado se comporta de manera diferente en cada momento, por lo que la forma más eficiente de obtener rentabilidades consistentes en el tiempo es asignar su capital entre diferentes tipos de activos y mercados.

La diversificación proporciona mayor potencial de crecimiento, ya que la cartera no depende de que una única compañía, fondo o sector tenga una buena evolución. Por consiguiente, si una de sus inversiones no lo hace bien, otras podrían comportarse mejor y compensarlo. De esta forma, reduce su riesgo potencial.

La diversificación se puede conseguir de diferentes formas:

• Por clases de activos: la forma más sencilla de diversificación es distribuir el capital entre renta variable, renta fija o mercados monetarios. Las proporciones de los tipos de activo variarán en relación al perfil del inversor.

• Por áreas geográficas: si invierte no sólo en España, sino internacionalmente, evita vincular su inversión a la evolución de un único mercado.

• Por sectores económicos: invierta en una variedad de sectores, como energía, servicios financieros, industria, sanidad, etc. Si apuesta por una cartera de renta variable, es importante que considere invertir tanto en sectores cíclicos como en sectores defensivos.

• Por estilos de inversión: esta forma crea un equilibrio entre los fondos que se concentran en las acciones de estilo growth o crecimiento -que ofrecen las empresas en expansión- y los que invierten en acciones de estilo valor o value -aquellas cuyo potencial todavía no ha sido reconocido por el mercado y por tanto están a un precio inferior al que deberían-.

• Por destino del dinero: la evolución de las estrategias de inversión nos lleva a que exista un nuevo modelo que se conoce como ISR (Inversión Socialmente Responsable), añadido a otras categorías como ASG (Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo). Según los grandes expertos en la materia, ya no tenemos que hablar de ninguno de estos dos, ya que ahora el protagonismo lo tiene la Sostenibilidad (si no eres sostenible no eres nadie) y es obligatorio en cualquier cartera tener una diversificación así.

La importante en un año como este, en el que el mundo se ha repensado, es tener como objetivo de inversión algo tan sencillo como la consistencia, el no cambiar de criterio y buscar la rentabilidad a largo plazo. En definitiva, el sentido común.

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